4 de febrero de 2011 - 19:15 pm
Por La Crónica de Chihuahua
Chihuahua, Chih.- Un álamo sacrificado, mutilado por el hachero feroz, un tronco yaciente en un rincón del bosque breve a la vera del camino, sirvió de lienzo para imprimir el amor de Azucena y Dalvert.
De Daniela Reza no sabemos nada, porque aparece su nombre solitario.
La Sierra Azul está al fondo, el caserío humilde del Ejido Chuvíscar se atraviesa en el camino, y las vaquitas se pasan mugiendo su vida de aburrimiento, en este paisaje invernal que se revela a la vista del viajero curioso.