12 de febrero de 2013 - 06:51 am
Por La Crónica de Chihuahua
Poco después de visitar, en julio de 2010, la tumba del papa medieval que renunció por voluntad propia, Benedicto XVI, entonces de 83 años, dijo: “San Celestino V fue capaz de actuar según su conciencia en obediencia a Dios, por lo tanto sin temor y con gran valentía incluso en momentos difíciles”.
Ese mismo verano pasó horas conversando con el periodista alemán Peter Seewald, quien luego escribiría en su libro Luz del Mundo: “Cuando el peligro es grande uno no debe huir. Ahora ciertamente no es el momento de renunciar”, respondió el Papa, en relación a los casos de abusos sexuales dentro de la Iglesia.
Sin embargo, también declaró que “Si un Papa claramente ve que ya no es capaz física, psicológica y espiritualmente de manejar los deberes de su función, entonces tiene el derecho y, bajo algunas circunstancias, también la obligación de renunciar”.