5 de noviembre de 2014 - 09:18 am
Por La Crónica de Chihuahua
¿Qué ocurre cuando una terapeuta sexual (Alexandra Fine) y una ingeniera mecánica (Janet Lieberman) de Brooklyn se unen? Desarrollan el primer vibrador manos libres, no intrusivo, que se queda puesto (en casi todas las posiciones sexuales) y cuyo objetivo es lograr que las mujeres alcancen más (MÁS) orgasmos cuando tienen sexo con sus parejas.
La idea es simple: el 70% de las mujeres necesita estimulación directa en el clítoris para alcanzar un orgasmo. Eso es precisamente lo que hace Eva, darle por la cabeza a lo que sus creadoras han llamado The Pleasure Gap, una realidad para muchas mujeres que son cuatro veces más dadas a describir su último encuentro sexual como blah! (nivel de placer menos 0).
Nosotras sí que lo sabemos y las estadísticas lo confirman: los hombres tienen el doble de posibilidades de alcanzar un orgasmo durante el sexo, en comparación con las mujeres.