18 de noviembre de 2010 - 09:57 am
Por La Crónica de Chihuahua
Chihuahua, Chih.- Son el último rincón del municipio de Chihuahua, colindan con Ahumada y se sienten olvidados de las autoridades. Aunque tienen esperanza de que todo empiece a cambiar.
Hay aquí unos 200 habitantes que viven de la agricultura precaria del desierto, y de cuidar ganado menor y algo de vaquitas. El grueso de la población se mantiene, sin embargo, de alquilar su mano de obra a los menonitas que se asentaron aquí hace poco menos de ocho años y que fundaron un emporio a base de sobreexplotar los mantos acuíferos.
El poblado La Esperanza se encuentra en el llano que se nombra Valle de la Esperanza, contiguo a la Sierra de Tarabillas, y el lector curioso podrá llegar por la Carretera Panamericana, dando vuelta a la derecha en el kilómetro 133 si va rumbo a Juárez, de norte a sur. Deberá el visitante que caminar todavía unos 15 kilómetros y salvar una sierrita con curvas sinuosas en el camino, hasta salir al llano.
En visitas recientes que hicieron al poblado los candidatos a la Presidencia Seccional de El Sáuz, a la que pertenecen estos campesinos, les hicieron saber las necesidades más apremiantes que tienen acá:
— No tienen agua potable
— Ellos necesitan un kínder
— Alumbrado público
— Arreglar las constantes fallas en la corriente eléctrica que deja a las casas a oscuras
— Deben reconstruir el tinaco de agua, porque está sumamente deteriorado
— Necesitan una telesecundaria
— Requieren que se les envíen más profesores para la primaria, porque un solo esforzado individuo atiende a 75 niños
— Vidrios para la escuela
— Arreglo del camino
— Despensas para los más pobres, que son muchos
— Una antena para telefonía celular, porque están incomunicados
— Un transformador nuevo para el pozo de riego
— Y, entre otras necesidades, los niños y jóvenes necesitan ser incorporados a los programas de promoción de los deportes.
El candidato ganador al Seccional de El Sáuz, Alejandro Arzate Sáenz, se comprometió a trabajar hombro con hombro con los habitantes de este olvidado rincón, el último del municipio, para traerles las obras que están urgiendo acá.
(Nov. 18, 2010)