2 de marzo de 2020 - 09:12 am
Por La Crónica de Chihuahua
Dolores Martínez de Anda, mejor conocida como Lola Álvarez Bravo, es reconocida como la primera fotógrafa profesional de México. Influenciada por su esposo y su mejor amiga -Tina Modotti-, Lola exploró el movimiento surrealista a través del lente de su cámara, experiencia que luego aplicó durante el tiempo que colaboró con la Secretaría de Educación Pública, el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM y diversos medios mexicanos.
Nacida en Italia, Tina Modotti descubrió en México el arte de la fotografía. Tina era una mujer con fuertes ideas políticas y convicciones que la llevaron a formar parte del Partido Comunista Mexicano, y fue amiga cercana de los grandes artistas de la época. De 1923 a 1929 documentó el trabajo artístico de José Clemente Orozco, Diego Rivera y Frida Kahlo.
A través de sus fotografías, Tina Modotti capturó aspectos emblemáticos de la vida cotidiana de México, un país en transición a la modernidad. Debido a su postura política, tuvo que abandonar el país en 1929, vendiendo su equipo fotográfico a su pupilo, Manuel Álvarez Bravo y su esposa Lola Álvarez Bravo.