8 de febrero de 2012 - 09:53 am
Por La Crónica de Chihuahua
Por Froilán Meza Rivera
El pueblo de Nombre de Dios, que es anterior a la capital del estado, a la que ahora está incorporado como una colonia urbana, se está cayendo de viejo, literalmente.
Sus construcciones de los siglos XIX y XX, de carácter industrial unas, como las naves de crías de pollos, y otras habitacionales y comerciales, están siendo derrumbadas actualmente para construir sobre sus ruinas los modernos fraccionamientos que están en boga en la zona.
A ese ritmo, edificaciones que están en el catálogo de monumentos históricos inmuebles, sufrirán la misma suerte que el Hospital Verde, ahora en ruinas y desaparecido casi en su totalidad en manos del Tecnológico de Monterrey, aunque muchos han opinado que debió conservarse como un ejemplo de la arquitectura chihuahuense del siglo XIX.