21 de diciembre de 2010 - 09:37 am

Quema de llantas, un ecocidio: ecologistas

Por La Crónica de Chihuahua

Chihuahua, Chih.- La Dirección de Ecología del Gobierno del Estado está apapachando a la empresa Cementos de Chihuahua y se está haciendo cómplice del envenenamiento de los chihuahuenses con sustancias altamente cancerígenas con la inhumana e irracional quema de llantas.

Tal es la denuncia pública que está haciendo el ecologista Raúl Trejo Domínguez, quien calificó esta política del Gobierno como “barbera” y como un ecocidio, “un asesinato del medio ambiente”.

Desde el 4 de septiembre del 2008, Cementos de Chihuahua empezó la quema en sus hornos cementeros de 800 mil llantas anuales. Cabe señalar que esta acción la está realizando la empresa como una aportación a la limpieza del medio ambiente, ya que se puso de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), y con los gobiernos federal, estatal y municipal, para que estas instituciones le entreguen dos millones de pesos por “el servicio”.

“Es decir, que Cementos de Chihuahua no sólo está envenenando el ambiente y no pagará por ello multa ninguna, sino que incluso le están pagando entre los gobiernos de Estados Unidos y México”, señaló el medioambientalista.

Con este esquema de coordinación y cooperación, la empresa cementera quemó 3 millones 200 mil llantas, nada más de septiembre del año 2004 a agosto del 2009.

La misma Dirección de Ecología había señalado anteriormente que, para la industria del cemento existen dos grandes limitaciones para iniciar con la incineración de llantas:

1.- Los neumáticos, a la hora de quemarlos, producen una cantidad menor de calor que, por ejemplo, el carbón mineral usado en la industria, y su probable utilización debería quedar reducida a un 10 por ciento. En contraparte, los neumáticos son muy baratos, y ese 10 por ciento sí representarla un ahorro considerable, si se toman en cuentas los enormes montos de combustible que usan estas industrias.

2.- La segunda —y quizás más importante—, de las limitaciones para usar llantas como combustible en la industria del cemento, y en cualquier industria, sería el costo político por las repercusiones ecológicas.
Estudios citados por Greenpeace y por numerosos grupos ambientalistas (Montanans Against Toxic Burnings), confirman que un incinerador industrial típico suelta a la atmósfera un coctel de químicos tóxicos, incluyendo dioxinas, plomo, cadmio, mercurio y finas partículas.

Pero, según Raúl Trejo, “faltan estudios serios acerca de los posibles efectos de estos venenos sobre la gente que vive y respira cerca de estos hornos. Lo que sí es seguro, es que se han encontrado varios hechos preocupantes en torno a los incineradores de basura y llantas, entre otros el incremento al doble de las muertes de niños en las inmediaciones, como se documentó que sucedió en Gran Bretaña, de 1953 a 1980”.

Esos estudios fueron confirmados en una segunda investigación que mostró el incremento de los casos de niños con cáncer en las inmediaciones de incineradores de hospitales en gran escala y en las cercanías de hornos industriales de altas temperaturas.
(Dic. 21, 2010)