Termina el sexenio de AMLO, y las fallas estructurales del sector agrícola no se tocan

**El vacío que dejó el Estado en el agro, lo está ocupando el mercado; así, los cultivos más rentables en el mercado exterior son los ganan terreno, mientras que la superficie sembrada de los cultivos esenciales para población, disminuye. Sube, por ejemplo, el aguacate.


Termina el sexenio de AMLO, y las fallas estructurales del sector agrícola no se tocan

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2023, 16:08 pm

Se quedaron sin apoyos los pequeños productores, como había prometido la 4T; lo más grave es que los viejos problemas del campo siguen vigentes, además, el Estado abandonó al sector agrícola y lo ha dejado en manos del mercado.

A inicios del presente sexenio se sabía que la estrategia para el sector agrícola era apoyar a los pequeños productores, es decir, se dejaría a la deriva a los productores medianos y grandes. Según el plan de gobierno, la estrategia sería suficiente para impulsar a todo el sector.

A casi un año de finalizar el sexenio vemos que solo se ha cumplido parte de la estrategia y los resultados no han sido los esperados. Se cumplió con dejar sin apoyos a los medianos y grandes productores, pero no se apoyó a la totalidad de los pequeños productores como lo había prometido el gobierno, y lo más grave es que los viejos problemas del campo siguen vigentes. Contrario a lo que se piensa, el Estado se ha retirado del sector agrícola y lo ha dejado en manos del mercado.

Los problemas estructurales del campo se agudizaron; la pobreza en el campo goza de cabal salud, los ingresos de los productores siguen siendo bajos, el problema de la comercialización en los pequeños y medianos productores se agravó, el deterioro de los recursos naturales sigue su curso, la falta de financiamiento se agudizó con el cierre de la Financiera Rural. El modelo de desarrollo agrícola basado en la producción para la exportación se afianzó.

El tan cacareado apoyo a los que más lo necesitan no es una realidad; de acuerdo con cifras oficiales, en 2022 el Programa de Producción para el Bienestar (antes Procampo y el de mayor alcance), benefició a un millón 873 mil productores en todo el país. Insuficiente para los tres millones 800 mil productores de pequeña y mediana escala.

El apoyo a los pequeños productores se ha basado en las transferencias monetarias de dos programas (Producción para el Bienestar y Sembrando Vida) y la dotación de fertilizantes a productores de las regiones más marginadas del país, pero se ha dejado de atender el problema de la baja productividad en granos y oleaginosas. Para incrementar la productividad en este grupo de productos se requiere de infraestructura como nuevos distritos de riego y sistemas de presas; más y mejores carreteras, puertos y vías de ferrocarril; servicios de sanidad e innocuidad; financiamiento; investigación y desarrollo; transferencia de tecnología y administración de riesgos (Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, 2023). Poco hace el gobierno actual en estos rubros.

El vacío que está dejando el Estado en el sector agrícola lo está ocupando el mercado; de esta manera podemos ver que los cultivos más rentables en el mercado exterior son los que van ganando terreno y la superficie sembrada de los cultivos más importantes para la alimentación de la población disminuye, por ejemplo, el aguacate, que pasó de una superficie sembrada de 169 mil en 2013 a 257 mil hectáreas a inicios del 2023, las berries (fresas, arándanos, zarzamoras y frambuesas) pasaron de casi cero en el año 2000 a 55 mil hectáreas en 2021; los forrajes, que son la materia prima de la ganadería, pasaron de alrededor de dos millones en 1994 a cerca de cinco millones de hectáreas en 2023 (Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, 2023). La superficie sembrada de estos cultivos aumentó a costa de la disminución de la mayor parte de los granos y oleaginosas, que se reducirá aún más si se sigue dejando a la deriva a los maiceros de Sinaloa, quienes se verán obligados a optar por cultivos más rentables que el maíz.

Además, la falta de apoyo por parte del Estado para impulsar la productividad y la rentabilidad en los pequeños y medianos productores está acelerando la concentración de la tierra, es decir, grandes empresas agrícolas rentan la tierra de los pequeños y medianos productores para producir a gran escala, acelerando también el deterioro y agotamiento de los recursos naturales.

Otro sexenio más que se va y la décima potencia mundial en producción de alimentos (México) se especializa cada vez más en el mercado exterior. La autosuficiencia en productos básicos está más lejos que nunca, mientras crece el abandono del campo mexicano.