Viejo PRI se revitaliza en Morena

**El partido Morena del Presidente está reclutando a exmilitantes, exdirigentes y los mismos vicios, artimañas y trampas del hoy desmoronado Partido Revolucionario Institucional (PRI).


Viejo PRI se revitaliza en Morena

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2023, 14:17 pm

Martín Morales

El partido Morena del presidente Andrés Manuel López Obrador está reclutando a exmilitantes, exdirigentes y los mismos vicios, artimañas y trampas del hoy desmoronado Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Esta transferencia, revelan analistas, tiene el propósito inocultable de convertir a Morena en partido “casi único” o “dominante”, con las mismas prácticas del “viejo” PRI: violación de leyes electorales; compra de votos; acarreo masivo a mítines, festivales musicales y designación de precandidatos presidenciales para ocultar el “dedazo” del Jefe máximo.

A Morena solamente le falta imitar el cambio de siglas al estilo del viejo PRI; porque en 1929 surgió como Partido Nacional Revolucionario (PNR), en 1938 se llamó Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y en 1946 asumió el actual. Es probable que el cuarto nombre de ese PRI sea precisamente Morena y que en este cambio consista la llamada “Cuarta Transformación” (4T).

Víctor Manuel Alarcón Olguín, académico e investigador especializado en partidos políticos, instituciones y política comparada en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) explicó a buzos que “mucha de la gente que en una primera etapa dejó de pertenecer al PRI, primero se incorporó al PRD, y ahora, progresivamente, ha migrado del PRD o del PRI hacia Morena”.

Ha sido la reconcentración de un bloque político que no solo coincide en las perspectivas ideológicas, sino también en su estilo de hacer política, como lo evidencian las prácticas clientelares mediante la compra de votos y las formas múltiples de vincularse con los votantes.

“Eso es lo que ha dado esta reconfiguración, este reagrupamiento de una clase política que más o menos tiene los mismos conceptos, los mismos hábitos, y que por ello resulta comprensible que ahora Morena, en tan poco tiempo, se haya podido hacer de tanto control como el que ahora posee.

Carlos Salinas de Gortari se impuso en 1988 en unas elecciones profusamente denunciadas por fraude en la contabilidad de votos a cargo del entonces Secretario de Gobernación, Manuel Bartlett, expriista de viejo cuño quien hoy es titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el gobierno de la 4T, detalló Alarcón.

El experto advirtió que Morena expone a México a los riesgos de una vuelta a un pasado que comenzó a superarse con la implementación de reglas legales para una competencia electoral efectiva y la instauración de organismos como el Instituto Nacional Electoral (INE) creado en 2014, cuyo origen se ubica en 1990.

“El desapego que especialmente tiene el Presidente sobre las formas legales, con el pretexto de que las leyes, en este caso, no permiten realizar parte de sus programas, de sus proyectos, y de sus decisiones, precisamente porque eso implica contrapesos, equilibrio de poderes, y evidentemente la participación ciudadana; sin duda; esto también se ha extendido al ámbito de los gobernadores y a los presidentes municipales.

“Aquí encontramos un mecanismo poco adecuado, poco atractivo, para poder avanzar en una línea democrática como la que se había tratado de instaurar durante todo este tiempo de la transición política; veo esto como un gran problema; un problema, incluso, en crecimiento”, precisó Alarcón.

De “Pronasol” a “Bienestar”

Parece que en el actual gobierno morenista ahora se materializa el proyecto del expresidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) de someter a México al empobrecedor libre mercado globalizado y ponerlo al servicio de los poderes económicos locales y corporaciones trasnacionales. En función de este objetivo fortaleció el control político del PRI y elaboró un plan transexenal.

Además, Salinas no solo planteó la posibilidad de reelegirse, sino que intentó “transformar” al PRI en el “partido solidaridad”, lo que no consiguió; pero a cambio impulsó abiertamente al depredador del libre comercio globalizado, al que intentó darle “rostro humanista” mediante la distribución de dádivas que llamó “liberalismo social”.

Y aunque no pudo transformar al PRI, puso en marcha el Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol), cuyo esquema propagandístico y manipulador tuvo la premisa de mantener fiel a la clientela electoral de su partido mediante la entrega de apoyos sociales, incluso en especie, con el membrete “Solidaridad, unidos para progresar”. Esta misma estrategia clientelar se aplica ahora a través de los programas del “Bienestar”, que distribuye dinero en efectivo y tarjetas.

Fue así como Salinas de Gortari introdujo a México al libre mercado mundializado, flexibilizando leyes, disminuyendo las responsabilidades sociales del Estado, abriendo camino a los depredadores negocios de las empresas trasnacionales y agudizando con ello la pobreza por lo que, según él, México ingresaría al “primer mundo”.

Salinas de Gortari pudo imponer el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994 con Estados Unidos y Canadá, que AMLO ratificó en 2020 con todas sus letras y consecuencias; aunque con nuevas siglas (T-MEC). Este acuerdo profundizará la dependencia de México hacia el exterior, incluida la alimentaria, mediante la compra de alimentos básicos, cuyo precio está fijado por las corporaciones trasnacionales y los organismos financieros.

El T-MEC funciona desde 2020 dentro del gobierno sexenal de AMLO (2018-2024) quien, al igual que Salinas, también sondeó la posibilidad de buscar la reelección, pero al parecer la dejó de lado.

En su lugar, como buen “transformador” de nombres, usos y costumbres políticas, el actual Presidente cambió la figura del “tapado” priista por la del “destapado” o “corcholata” morenista, para disimular su “dedazo” presidencial en 2024. De cara a esta “modernización” de las prácticas priistas, convocó a una campaña electoral anticipada e ilegal en la que compiten seis prospectos morenistas.

Morena, el viejo PRI

Carlos Salinas de Gortari se impuso en la elección presidencial de 1988, cuyo conteo de votos estuvo intensamente denunciado por un fraude, de la que fue responsable el entonces Secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz, expriista de viejo cuño, quien hoy en día es titular de la CFE.

Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, tres de las seis “corcholatas”, se formaron políticamente con el ideario priista, tal como AMLO; mientras los otros tres participantes en “la comedia de marionetas” del Presidente son Manuel Velasco, Gerardo Fernández Noroña y Claudia Sheinbaum.

Marcelo Ebrard Casaubón inició su carrera política en el PRI a finales de los años 70, cuando desempeñó cargos como el de Secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional (CEN); y en 1981 fue Secretario de Planeación y Presupuesto (SPP) en la administración del Jefe del Departamento del Distrito Federal, Carlos Hank González, en el gobierno de José López Portillo (1976-1982).

Durante el sexenio de Salinas de Gortari, Ebrard ocupó la Secretaría General de Gobierno del Departamento del Distrito Federal, cuya jefatura estuvo a cargo de Manuel Camacho, su amigo e integrante del grupo político más cercano a Salinas.

En 1993, Camacho y Ebrard pasaron a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Camacho como titular y Ebrard en el puesto de subsecretario; más tarde, con Camacho, Ebrard renunció al PRI en octubre de 1995 y ambos fundaron el Partido del Centro Democrático (PCD), que operó entre 1999 y 2000.

Integrado al Partido de la Revolución Democrática (PRD), Marcelo Ebrard alcanzó la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX) en 2006, renunciando a este partido el 27 de febrero de 2015 para integrarse al Gobierno Federal como titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER). A Morena se afilió oficialmente el 30 de julio de 2022.

Adán López Hernández, cuenta con más de 20 años de militancia en el PRI, lapso en el que fue funcionario público local, secretario general del PRI en Tabasco y en 2000 coordinador de la campaña a gobernador de Manuel Andrade Díaz, elección anulada por irregularidades y repetida en 2001, año en que dejó el PRI para integrarse al PRD, al que renunció en 2014 para afiliarse a Morena, partido con el que fue gobernador y Secretario de Gobernación.

Ricardo Monreal Ávila, excoordinador de los senadores de Morena, estuvo 23 años en el PRI; empezó su carrera política en 1975; fue dirigente estatal en Zacatecas; Secretario de Acción Política de la Confederación Nacional Campesina (CNC); diputado federal de 1988 a 1991; senador por el mismo partido de 1991 a 1997 y nuevamente diputado federal de 1997 hasta 1998, año en que renunció al PRI para afiliarse al PRD, con el cual alcanzó la gubernatura de Zacatecas (1998-2004); después dejó el PRD y se afilió a Morena en 2015.

AMLO renunció al PRI en 1988, sumándose a los expriistas de la “Corriente Democrática”, quienes junto a integrantes de grupos de izquierda política crearon ese año el Frente Democrático Nacional (FDN) para enfrentar a Salinas de Gortari en las elecciones, con Cuauhtémoc Cárdenas como candidato presidencial.

López Obrador consiguió la candidatura del FDN al gobierno de Tabasco en 1988 y luego por el PRD en 1994, perdió en ambas contiendas e inauguró sus intensas denuncias de uso de dinero público para comprar votos para el PRI, como ahora ocurre con Morena en su gobierno.

Sangría tricolor

La salida de dirigentes y militantes del PRI empezó en 1988 con la renuncia de los integrantes de la Corriente Democrática, en que participaban Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, quienes fundaron el FDN ese año; en1989, al PRD y en 2014 a Morena.

En 1988, los impulsores de la Corriente Democrática exigieron una elección interna democrática para seleccionar al candidato presidencial y terminar con el “tapado” –el aspirante secreto del mandatario en turno–; pero el presidente Miguel de la Madrid (1982-1988) designó a Salinas de Gortari, titular de la entonces Secretaría de Programación y Presupuesto (SPP), desde la que preparó la apertura comercial de México al mundo.

El actual dirigente nacional priista Alejandro Moreno Cárdenas llegó al cargo en agosto de 2019, bajo la sospecha de haber sido designado por su cercanía personal y política con AMLO, presunción por la que se le aplicó el apodo de Amlito en lugar de Alito, como se le conocía.

El pasado tres de julio, cuando el senador Miguel Ángel Osorio Chong anunció su renuncia al PRI junto a otros de sus compañeros, señaló que entre 2019 y 2023 el PRI perdió 22 de 23 gubernaturas, más de mil gobiernos municipales; y el número de ciudadanos bajo sus gobiernos se redujo de 44 a cinco millones.

Osorio Chong atribuyó estas pérdidas y el descenso del PRI de la tercera a la cuarta fuerza electoral a Moreno Cárdenas, a quien incluso recordó que no pudo retener la gubernatura estatal de Campeche, su entidad natal y que había gobernado.

Solamente en 2021, el PRI perdió ocho gubernaturas: Sinaloa, Colima, Sonora, Zacatecas, Guerrero, Tlaxcala, San Luis Potosí y Campeche; en 2022, en alianza con PAN y PRD mantuvo el gobierno de Durango, con Esteban Villegas; y en 2023, con la alianza Va por México, retuvo Coahuila con Manolo Jiménez, pero ante Morena perdió el gobierno del Estado de México (Edomex).

Los expriistas aseguran que Alito o Amlito empezó a perder autoridad y reconocimiento en el PRI debido tanto a las derrotas como al férreo control que ha tenido sobre las candidaturas a gobiernos estatales y municipales, la mayoría de las cuales pasaron a manos de Morena, porque las estructuras electorales priistas locales se volcaron en favor del nuevo partido oficial.

Por ello, el dirigente priista también es descrito como el “mazo demoledor” de AMLO y Morena al interior mismo del PRI, quien después de las elecciones de 2024 podría aparecer como nuevo embajador de México o alto funcionario público del siguiente gobierno morenista.

“Pago de nómina”

Hacia el final de su gobierno en Sinaloa (2016-2022), Quirino Ordaz Coppel, quien militaba en el PRI desde 1985 y se desempeñó como asesor del gobernador mexiquense Alfredo Baranda García, enalteció públicamente al Presidente.

En septiembre de 2021, durante un evento público en ese estado, AMLO expresó que lo invitaría a trabajar en su gobierno; en marzo de 2022 fue designado embajador de México en España y no tuvo que renunciar al partido porque lo expulsaron el 31 de marzo de 2022.

Claudia Pavlovich, gobernadora priista de Sonora de 2015 a 2021, fue designada por AMLO como titular del consulado de México en Barcelona, España, el 17 de enero de 2022, y tampoco tuvo que renunciar al PRI, porque la expulsaron el 22 de junio de 2022.

Ese mismo 17 de enero de 2022, AMLO designó al priista Carlos Miguel Aysa González, exgobernador sustituto de Campeche de 2019 a 2021, como embajador de México en República Dominicana. Aysa, exdiputado local y militante desde 1994, fue expulsado del PRI el 20 de mayo de 2022.

Su hijo, el diputado federal priista Carlos Miguel Aysa Damas, renunció al partido el 16 de abril de 2022 por votar en favor de la iniciativa de reforma en materia eléctrica de AMLO –al final rechazada– y se integró a la bancada de Morena.

En las elecciones estatales del seis de junio de 2022 en Hidalgo, el PRI perdió, por primera ocasión, la gubernatura de la entidad, que obtuvo el morenista Julio Menchaca Salazar.

El 13 de junio de 2023 renunció al PRI el exgobernador de Hidalgo, Omar Fayad; el día 20 hizo lo mismo el dirigente priista local, Julio Valera Piedras, junto a los integrantes del comité ejecutivo estatal y los ocho diputados locales priistas, por lo que desapareció la bancada de este partido en el Congreso del estado, que ahora domina Morena en pleno.

El 24 de junio renunció al PRI el presidente municipal de Pachuca, Sergio Baños Rubio y 14 ediles más, así como 70 regidores y síndicos de estos ayuntamientos.

Inconformes con la desorganización priista y la serie de derrotas en elecciones locales, en junio de 2022, nueve exdirigentes nacionales del PRI demandaron a Moreno Cárdenas dejar el cargo y anticipar la elección de un nuevo titular del partido ante los comicios presidenciales y estatales de 2024, a lo que el campechano se negó rotundamente.

A pesar de varias impugnaciones ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Alejandro Moreno retuvo la presidencia del CEN del PRI y el control de la designación de candidatos a puestos de elección popular para 2024.

El tres de julio de 2023, los legisladores expriistas crearon la organización Congruencia por México, cuyo vocero es el senador Miguel Ángel Osorio y quien aclaró que Moreno Cárdenas “estaba consiguiendo el propósito de borrar al PRI del mapa electoral del país”.