5 preguntas: Patricia Mayorga

**La corresponsal de Proceso en Chihuahua exhibía la descomposición de nuestro sistema social con un ejemplo enmarcado en las más altas esferas del poder.


5 preguntas: Patricia Mayorga

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2016, 10:47 am

Por Aure Domínguez/ todoespolitica.com.mx

El número 1991 de la revista Proceso llegó a la ciudad de Chihuahua el 28 de diciembre. Una mano alzada, con el número 43 pintado en su palma, ilustraba el dolor que sentía el pueblo mexicano tras los asesinatos cometidos en Guerrero. Sin embargo, la pesadilla narrada en sus interiores no se limitaba al caso de Ayotzinapa; la sección del impreso dedicada a denotar la corrupción en los estados había vuelto la mirada hacia el norte. Patricia Mayorga, corresponsal en Chihuahua, exhibía la descomposición de nuestro sistema social con un ejemplo enmarcado en las más altas esferas del poder.

En entrevista, nos cuenta la historia de su trayectoria y sus motivos para hacer visibles los sucesos que hieren a nuestra comunidad.

¿Cuándo decidió dedicarse al periodismo?

Llegué por accidente. Antes me dedicaba a la docencia, daba clases en la preparatoria. En el año 2000 me quedé sin trabajo y como no era periodo escolar, entré a El Heraldo. Mi idea era estar ahí un año, y me quedé 10. A partir de ahí seguí en el periodismo.

¿Dónde está la frontera de la libertad de expresión?

Al ejercer el periodismo, en tanto que es un derecho constitucional, siento que sí hay límites. En lo cotidiano tienes que respetar a todos, la vida privada. Debes ser muy responsable al fundamentar lo que vas a escribir y es importante que tenga un fin; si sólo va a causar impacto mediático o lucimiento personal, no le veo mucho sentido. Si bien, tu libertad termina cuando empieza la del otro, nada justifica las acciones violentas, como sucedió en Francia con Charlie Hebdo o aquí mismo en México, donde la prensa ha sido fuertemente atacada los últimos años.

¿Por qué se crea la Red de Libre Periodismo?

Cuando llegó la violencia generalizada al estado, (los periodistas) no encontramos una capacitación: ¿cómo íbamos a reportear la violencia? No nos tragamos la idea de que ya no se podía cubrir policíaca porque te pones en riesgo, así que empezamos a buscar capacitación. Ahí surgió la Red de Libre Periodismo.

¿Quiénes son sus mejores aliados en este oficio y quiénes sus detractores?

Los mejores aliados son la gente, la ciudadanía; y detractores, no sé… a veces el mismo gremio, políticos, empresarios y algunos ciudadanos incómodos. No hay un punto fijo, el periodismo es muy dinámico, no puedes identificar a tus amigos o enemigos.

¿Qué busca con su trabajo?

Visibilizar el dolor que hay: la corrupción no genera más que dolor en la ciudadanía. Como ahorita está silenciado — se habla de grandes cantidades de dinero para los medios de comunicación — es muy difícil ejercer el periodismo en Chihuahua; pero ¿en dónde queda la sociedad? Hay niños huérfanos que no saben si su papá está vivo o está muerto, madres de familia que no pueden cobrar una pensión porque no saben si su esposo vive, hay muy poca voluntad política. Si no lo hacemos visible, no se va resolver.