AMEDI: una agenda para medios, gobierno y sociedad

Javier Corral Jurado/ Columna Rotafolio


AMEDI: una agenda para medios, gobierno y sociedad

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2011, 10:32 am

A una década de su fundación, la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI), se ha convertido en un referente insoslayable en el tema de los medios de comunicación, y a lo largo de todo el país agrupa a buena parte de la comunidad académica y de la sociedad civil estudiosa o interesada en los diversos fenómenos que involucran a la comunicación, por lo que siempre será necesario conocer, discutir y construir entorno a sus reflexiones.

Encabezada en los dos últimos años por el Doctor Raul Trejo Delarbre, a cuyo impulso corresponde su consolidación política y académica, la AMEDI convocó y organizó los días 5 y 6 de abril pasados el Encuentro Nacional por la Diversidad y la Calidad en los Medios de Comunicación, del que se ha derivado uno de los documentos más estructurados y sólidos en torno a la necesidad de un nuevo sistema nacional de comunicación social, a elaborado más y mejores medios de comunicación para México. En realidad se trata de la agenda ciudadana más completa que promueve la existencia de un sistema democrático de medios de comunicación en nuestro país.

A través de seis mesas de trabajo, el Encuentro Nacional por la Diversidad y la Calidad en los Medios de Comunicación convocó a ciudadanos de 18 estados de la República, quienes enviaron 119 ponencias con las más diversas problemáticas y propuestas. Además de las innumerables participaciones de los más de 887 asistentes que se registraron al Encuentro Nacional.

La poca diversidad y la baja calidad se inscriben en un régimen de concesiones anacrónico que no favorece en nada a la competencia, que no permite la participación de nuevos actores, y todo ello se encuentra inmerso en un marco legal desfasado de un contexto convergente como el actual y que hoy sólo favorece a unos cuantos.

La diversidad y la calidad quizás sean los pendientes entorno a los medios que más preocupen al público en general, por lo que la reflexión entorno a éstas es un llamado a las empresas, a los legisladores y a las autoridades a modificar el escenario actual, pero también a la sociedad en general para que lo exija.

Sin diversidad en los medios, las voces que se pueden escuchar cada vez son menos, cada vez más parecidas, cada vez más lejanas a la realidad, pero también, cada vez más ricas, y cada vez más poderosas.

Que una sola voz sea la que se escuche, permite que una sola empresa pueda doblegar a buena parte de la clase política, censure personajes, voces, actos de corrupción, que sin castigo alguno se le permita calumniar, juzgar, enjuiciar, imponerse a cualquiera y sin contrapeso alguno.

La diversidad y la calidad son elementos que deben de ir de la mano, ¿de que servirían más medios, si los contenidos son los mismos? Es imperante la construcción de un esquema legal que asegure una mayor pluralidad en los medios, que garantice y haga realidad las libertades de expresión e información.

Para la construcción de medios más democráticos es fundamental la participación ciudadana, y este encuentro ha tenido el acierto de escuchar la voz de los ciudadanos desde una pluralidad de posiciones y actividades profesionales, desde académicos, estudiantes, investigadores, servidores públicos, luchadores sociales, ciudadanos que hoy quieren hacerse escuchar y cuyos planteamientos no pueden ser eludidos por el Congreso de la Union.

En México, Televisa y TV Azteca acaparan el 95% de todas las concesiones de televisión abierta en México, en el caso de Televisa es la principal concesionario de televisión de paga en México, servicio que hoy disfrutan de acuerdo al INEGI, el 28.3 por ciento de la población y que abarca a más de 5 millones de suscriptores.

En el caso de televisión abierta, la concentración es, también, de las más altas en México, tanto en frecuencias, como en mercado publicitario y audiencias, es decir, tres rubros que en otros países son regulados de manera específica para ampliar la pluralidad, la diversidad y la competencia.

En México hay 461 concesiones y 272 permisos. De las 461 concesiones, 257 las opera Televisa (55.70%) y las otras 180 TV Azteca (39%). Las 24 restantes son explotadas por otros operadores (5.3%).

Pero en México, sólo hay de dos. Tan sólo el Canal 2 de Televisa explota 128 frecuencias y el Canal 13 de TV Azteca, 89 frecuencias. En contraparte, el Canal 11, del Instituto Politécnico Nacional, difunde solamente por 26 frecuencias en el país, incluyendo las frecuencias otorgadas a través del Organismo Promotor de Medios Audiovisuales (OPMA).

La concentración se agudiza, al menos durante un periodo, con el modelo de televisión digital terrestre o TDT. El acuerdo de política para la transición a la televisión digital terrestre (TDT) publicado en el Diario Oficial de la Federación el 2 de julio de 2004

Por su parte, la radio de carácter comercial concentra el 80 por ciento de las frecuencias del espectro radioeléctrico, y éstas le pertenecen a sólo 13 grupos radiofónicos.

La Ley Federal de Radio y Televisión no contiene en ninguno de sus artículos la figura de los medios públicos, para la legislación vigente los medios comunitarios son considerados como medios pirata, y sus operadores como delincuentes.

Nunca como ahora ha quedado evidenciado la necesidad de una nueva legislación para los medios y las telecomunicaciones. El conflicto suscitado entre los operadores monópolicos, tanto de las telecomunicaciones como de la radiodifusión, muestra la ausencia de esas normas y lo fundamental que resultan para una solución de fondo.

Así lo ha visto el encuentro Nacional de la AMEDI al recordar como primer punto de sus conclusiones que este pasado 8 de abril se cumplió un año de la presentación, de manera simultánea en las cámaras de Diputados y Senadores, de la Iniciativa de Ley Federal de Telecomunicaciones y Contenidos Audiovisuales que fue promovida por varios partidos políticos y en cuya elaboración participaron miembros de la Asociación.

"Esa iniciativa establece limitaciones al acaparamiento de medios de comunicación, instituye un organismo con atribuciones para regular los mercados y actores de las telecomunicaciones y la radiodifusión, reivindica derechos de usuarios y audiencias de los medios y garantiza el funcionamiento de los medios públicos. Allí se precisan reglas para la interconexión entre empresas de telecomunicaciones y se asegura la plena convergencia tecnológica, así como sanciones más severas para quienes no cumplan con la ley y la regulación. La pluralidad en la radio y la televisión sería promovida con la licitación de más frecuencias y con espacios garantizados para la producción independiente. Además, se reconoce que la radiodifusión y las telecomunicaciones constituyen un servicio público que debe ser garantizado por el Estado. La publicidad engañosa o los contenidos no aptos para los niños también encuentran regulación en esta iniciativa. Habría que incluir otras propuestas adicionales como la creación de Fondos de Cobertura Social para servicios de telecomunicaciones en zonas rurales y desprotegidas.

Esa iniciativa constituye el proyecto más detallado que haya sido elaborado para normar las telecomunicaciones y la radiodifusión. El aplazamiento en su dictaminación y análisis, incluso por parte de muchos de los diputados y senadores que suscribieron su presentación, resulta inaceptable. Únicamente el desinterés del Congreso de la Unión por estos temas y el cabildeo de las corporaciones mediáticas que no quieren una legislación que acabaría con el funcionamiento monocorde que ha caracterizado la comunicación en México, explican el abandono de esa y otras propuestas de reforma legal para los medios".

No sólo para estudiantes, académicos o investigadores de la comunicación, la agenda de la AMEDI plantea líneas esenciales para el análisis y la reflexión, sino a los más diversos sectores de la población les está colocando una ruta y un conjunto de acciones que, de impulsarse con exigencias públicas, detonarían el verdadero cambio democrático de estructuras por el que tanto han luchado miles de mexicanos.

La AMEDI propone: licitar más cadenas de televisión. Nuevas opciones en televisión digital.Certidumbre para los medios públicos. Señales abiertas para canales del Congreso y Judicial. Tarifas bajas para la interconexión entre las empresas de telefonía y obligaciones específicas para los operadores de inversión y cobertura, a fin de que las nuevas tecnologías y sus ventajas lleguen a la mayoría de los habitantes, sobre todo los más desprotegidos.

Propone y define la Convergencia plena. Internet abierto, libre, rápido y barato. Plantea una agenda digital para conducir a México hacia la Sociedad de la Información. El acceso a Internet de banda ancha y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación debieran traducirse en mejores condiciones de vida para los ciudadanos, por cuanto estas tecnologías contribuyen a mejorar servicios públicos de salud, educación, seguridad y gobierno, además de proteger el medio ambiente. Propone prohibir los “productos milagro” en la publicidad de la Televisión. Transparencia y claridad en el gasto de comunicación social. Programa de ayudas para publicaciones.

Reglamentar la propaganda gubernamental. Menos spots y más debate electoral. Homologar la Ley Federal de Radio y Televisión en materia electoral. Monitoreos oficiales y ciudadanos de contiendas y cobertura electoral. Propiciar la participación en elecciones. Derecho de réplica. Garantizar derechos de las audiencias. Educar para los medios. Monitorear y observar a los medios. Erradicar formas de violencia y discriminación. Equidad de género en los medios. Regular anuncios de prostitución en publicaciones. Proteger la salud infantil. Escrupulosidad en la cobertura informativa. Salvaguardar el trabajo periodístico. Periodismo ético, serio y profesional. Investigar y castigar agresiones a periodistas y medios de comunicación. Reconocer y no criminalizar emisoras comunitarias. Promover producción nacional independiente. Apoyos para el cine y los documentales.

El documento completo de las conclusiones y la relatoría del encuentro se pueden encontrar en www.javiercorral.org, o bien en la página www.amedi.org.mx.

La poca diversidad y la baja calidad en los medios de comunicación son el resultado de una alta concentración en la radio y la televisión, de una desigualdad entre los medios privados y los medios públicos, de la indiferencia de los medios hacia sus audiencias, del uso político que se le hace a las concesiones, de las pocas alternativas que han surgido a pesar de un contexto convergente. De ahí que dar puntual seguimiento a las propuestas del Encuentro de AMEDI y cobijarlas con el mayor respaldo social posible ante legisladores y autoridades federales en la materia, resulta de suma importancia en la medida que nos interese el futuro de la democracia en México.