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* Toca al pueblo la formación de Comités locales y de ellos, representantes que conformen un Comité Estatal que dirija el proceso. ¿Puede el pueblo gobernar? Sí puede.
La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2020, 20:20 pm
Por Brasil Acosta
(El autor es Doctor en Economía por El Colegio de México, con estancia en investigación en la Universidad de Princeton, fue catedrático en el CIDE.)
Una lección de corto, mediano y largo plazos quiere el Movimiento Antorchista Nacional que el pueblo mexicano haga suya como resultado de lo que hoy está sucediendo en #Tabasco. Nadie duda, ahora, de la gran dificultad que viven las familias de Tabasco, pese a una disminución de la cobertura oficial y de la cobertura de los medios de comunicación. Ha sido, más bien, la presión de la sociedad civil en las redes la que obligó al gobierno federal a voltear a ver a los damnificados de Tabasco. Y la lección es doble: que la solución de los problemas del pueblo deben ser obra de la organización del pueblo mismo y, por otro lado, que el pueblo debe aprender a distinguir entre los discursos públicos entre aquellos que son ciertos y aquellos que con percepción quieren manipular a otros.
Este gobierno se ha empeñado en usar el mecanismo mercadotécnico político de generar la “percepción” de que todo va bien; es decir, el manejo de un discurso muy preciso para desviar la atención: “tenemos un sistema de salud como el de #Dinamarca”; “vamos muy bien”; “nuestros enemigos”; “nuestros opositores”; “el pasado de corrupción es el responsable de todos los males”; “nos dejaron un tiradero” y un gran número de etcéteras. Tal parece que, si el presidente dice que vamos bien, “vamos bien”; que, si el presidente dice que ya se domó la pandemia, entonces, “ya se domó la pandemia”; que, si el presidente dice que lo que hizo su hermano no fue un acto de corrupción al ser captado recibiendo dinero en efectivo, donde no queda duda de ello, entonces, se trató de “aportaciones” y la unidad de inteligencia financiera, viendo no ve y dice que “no hay elementos para congelarle las cuentas”; sin embargo, si se trata de los enemigos de la 4ªT, entonces, hay corrupción y de inmediato se le congelan las cuentas, como ha sucedido con nosotros los antorchistas; se trata de conservadores o fifís, etc.; y si la realidad, cruda e implacable como es, pone de manifiesto que los dichos del presidente son falsos y no se corresponden con lo que la gente sufre, entonces, a echarle la culpa al pasado; a decir que no se puede cambiar en dos años lo que se ha prometido (eso puede ser cierto; sin embargo, se verían las tendencias comparando los primeros resultados de este gobierno con los primeros resultados de los gobiernos anteriores, pero aquí es donde está la cosa: los resultados de las políticas públicas aplicadas por este gobierno son, desde nuestro punto de vista, desastrosos).
Entonces, vale la pena analizar el tema desde el punto de vista de la filosofía que señala que el criterio de verdad, es decir, para que se pueda establecer si algo es verdad o no, no basta conque nosotros creamos que es cierto o que alguien diga que es cierto, hace falta que pase, por decirlo así, la prueba del ácido, es decir, que la realidad compruebe lo que nuestros dichos o creencias señalen y, desde luego, ese criterio es infalible y en el caso que nos ocupa se quiere manipular a la población mediante recursos mañaneros que pretenden dar la impresión de que todo va bien, cuando en realidad los datos reflejan que este es el peor inicio de los gobiernos presidenciales desde los últimos 20 años en que inició la sucesión presidencial.
Para ejemplo, vale el de Tabasco, tierra del propio presidente. Efectivamente, como ya se ha señalado con insistencia, la inacción del gobierno federal para evacuar eficiente y efectivamente a la población y, peor aún, la decisión de elegir “entre inconvenientes” (es decir, si inundar a Villahermosa o “las zonas pobres”, aunque muchos especialistas señalan que se prefirió inundar a las zonas pobres, para no inundar la refinería de Dos Bocas) e inundar a la población pobre sin decir “agua va”; además de la torpe decisión de, justo cuando Tabasco se encontraba inundado, cancelar el Fonden (Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales) y, adicionalmente, el hecho de que no se etiquetaran recursos en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 para el apoyo a damnificados; junto con los “censos” que están haciendo los Servidores de la Nación (pagados por nuestros impuestos, pero no están yendo a ver a TODOS los damnificados, sino que están seleccionándolos), son pruebas y elementos de que NO vamos bien aunque así lo diga el presidente en su informe de gobierno o en las mañaneras.
Asimismo, se ha probado que la acción del gobierno, sin la acción coordinada con el propio pueblo; sin un plan integral de acción que tome en consideración al pueblo organizado, se convierte en un apoyo ineficaz y discriminatorio; se seleccionan los apoyos y no se distribuyen equitativamente; surge el “gandallismo”, el favoritismo, etc. y, lamentablemente, se deja fuera de la distribución o de los apoyos al pueblo marginado. Lo más grave es que este tipo de apoyos se convierten en un “mejoralito” ante un cáncer, en otras palabras, son ayudas necesarias y que deben darse, pero que no resuelven el problema de fondo, que consiste en hacer las obras de alto impacto que se requieren para que Tabasco NO se vuelva a inundar: cárcamos, dragado de ríos, Atlas de Riesgo para realizar reubicación de la gente con apoyo decidido a la vivienda, para que la gente no sufra; diques de retención, etc.
Pues como el gobierno no ha estado a la altura de las circunstancias, ni en este ni en otros gobiernos (recordemos el “yo por qué” de Fox) y se sigue usando el recurso de manipular a la gente mediante discursos y acciones paliativas o anestésicas que dejan al pueblo humilde y desprotegido en la misma condición, es necesario un cambio de actitud del propio pueblo para, primero, aprender a descubrir cuando le mienten con los discursos o cuando lo quieren manipular; y segundo, que aprenda la lección y sepa que la única alternativa viable, para resolver el problema de fondo, consiste en organizarse, educarse y tomar en sus manos el proceso de cambio revolucionario. Quien debe ordenar la distribución de las ayudas, para que reciban los que necesitan; para que se distribuyan equitativamente los alimentos y los apoyos a la vivienda, etc., son los comités elegidos por el propio pueblo, tal como lo recomendó nuestro dirigente nacional, el ingeniero Aquiles Córdova Morán. Toca al pueblo la formación de Comités locales y de ellos, representantes que conformen un Comité Estatal que dirija el proceso. ¿Puede el pueblo gobernar? Sí, y como ejemplo está el caso de China, que ha mostrado al mundo lo que se puede hacer cuando se hace todo por el pueblo a favor del propio pueblo.
La Crónica de Chihuahua es un diario independiente, enfocado a describir las singularidades y la cotidianidad de la comunidad chihuahuense.