Baja violencia, pero siguen blindando casas y comercios

**Arquitectos señalaron que aunque la criminalidad se ha reducido, en la mayoría de los proyectos los clientes todavía tienen como prioridad el miedo.


Baja violencia, pero siguen blindando casas y comercios

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2013, 07:34 am

Ciudad Juárez, Chih.- A pesar de que la violencia va a la baja, las construcciones en Juárez tienen una cara distinta: fachadas llenas de rejas, murallas reforzadas, fraccionamientos cerrados desde su diseño y hasta maquiladoras que poco a poco se fueron volviendo casi impenetrables.

Arquitectos señalaron que aunque la criminalidad se ha reducido, en la mayoría de los proyectos los clientes todavía tienen como prioridad la seguridad.

“Nosotros esperamos que poco a poco esto cambie, como ha cambiado infinidad de veces… no hay que perder la esperanza y tenemos que encontrar la forma de dejar la violencia atrás y volverle a cambiar la cara a nuestra ciudad, dejar todo atrás, dejar todo esto en la historia, como ha ocurrido en otros tiempos, como en la Revolución”, dice Roberto Ruiz González, presidente del Colegio de Arquitectos de Ciudad Juárez.

El especialista indicó que los proyectos de arquitectura todavía incluyen elementos de seguridad que van desde las simples rejas a cuartos de pánico.

“Toda persona tiene el derecho a la protección y a cuidar sus intereses, y por eso podemos justificar, no se pueden dejar las puertas abiertas para que siga entrando el vandalismo”, dijo.

“Ahorita el diálogo que se tiene con el cliente, es buscar su seguridad, y se buscan sistemas constructivos, que su impacto en lo que es la fachada pueda tener menos aperturas, pero al mismo tiempo poder gozar de asolamiento y también de la vista natural”, indicó.

Señaló que generalmente es el cliente el que sugiere medidas contra la inseguridad.

“Yo pienso que el cliente es el más interesado en defender su patrimonio, se le hacen propuestas y él es el que decide, nosotros proyectamos en base a sus necesidades y él resuelve”, agrega.

Añadió que estas medidas se extienden tanto en la construcción de viviendas como en la parte comercial como en la industrial.

“Cuartos de pánico que siempre han existido en naves industriales y demás, difícilmente lo vemos en hogares”, dijo.

“También estamos viendo desde hace algunos años más medidas de seguridad en los bancos”, agregó

El año pasado, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción informó que con la violencia se dio un repunte en la solicitud de cuartos de pánico y búnkers en residencias y empresas de la ciudad.

Constructores informaron entonces que se llegaron a modificar las tendencias de construcción en ciertas zonas de oficinas viviendas.

Los cambios iban desde modificaciones sencillas como bardas, filtros, casetas de seguridad, puertas de acero y hasta reforzamientos con materiales que podían resistir ataques de balazos, e incluso incendios.

Ruiz González dijo que sin embargo, la baja en las tendencias de violencia ha ido reduciendo la preocupación de los clientes.

“Esto ha ido bajando y disminuyendo, y eso da pie a que nosotros podamos ejercer proyectos con base en otras necesidades; pero por ahora eso (la seguridad) es lo que más nos ata”, dijo el especialista.

“Yo creo que nuestros clientes deben tener la esperanza de que esto va a disminuir y aceptar los proyectos menos fortificados, más abiertos que den otra imagen”, añadió.

“Tenemos que ser más valientes y fuertes y tener la confianza de que esto va a cambiar”, agregó.

Añadió que es muy importante para los clientes considerar la reducción en la seguridad, pero no se animan porque hacer cambios en caso de ser necesario es costoso.

“Una fachada que haces ahorita, la haces con rejas y si el día de mañana cambian las situaciones, (mejora la seguridad), pese a toda la inversión que hiciste, se tiene que cambiar, visualizar y proponer de nuevo, eso hay que tener en cuenta también”, indicó.

Añadió que en la ciudad de los Ángeles hay barrios y sectores donde la visual cambia precisamente por el factor seguridad, pues mientras unos barrios están todos enrejados y otras zonas no.

“Pero esta es una ciudad pequeña donde el daño de la violencia sucedió en toda la ciudad, yo creo que es cuestión de que tengamos fe y que esto disminuya para poder seguir con nuestras tendencias de construcción normales”, agregó.

Añadió que el hacer proyectos con mayor seguridad se encarece porque se necesita más acero y proyectos más fuertes.

“No hay que perder la esperanza y tenemos que encontrar la forma de dejar la violencia atrás y volverle a cambiar la cara a nuestra ciudad, dejar todo atrás, dejar todo esto en la historia, como ha ocurrido en revoluciones”, indicó Ruiz González.