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**La gente simpatizó con los estudiantes y con Antorcha, a la que pidieron que interviniera en un conflicto que tenían con la “lideresa”, Olivia Juárez, y con otro “líder”, quienes les robaban y obstaculizaban la introducción de los servicios públicos.
La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2021, 16:00 pm
Chihuahua, Chih.- La primera colonia popular donde el Movimiento Antorchista tuvo trabajo con los colonos en la capital del estado, coincidió con la inauguración del primer local propio de la Casa del Estudiante “Antonio Sosa Perdomo” en el año de 1986; la institución de apoyo educativo había sido fundada en 1982 y había tenido locales rentados hasta que se formalizó la donación de un terreno municipal en la colonia Renovación.
La primera construcción del albergue estudiantil fue de madera, material que enviaron los ejidatarios de la Sierra para que se alojaran sus hijos y que se concretó en una bonita cabaña que llamó la atención de los habitantes de esta comunidad urbana.
La gente simpatizó de inmediato con los estudiantes y con la organización antorchista, a la que pidieron que interviniera en un conflicto que tenía la colonia con una “lideresa”, Olivia Juárez, y con otro supuesto “líder”, un tal Toño Hernández, a quienes les convenía obstaculizar la introducción de los servicios públicos. Los colonos ya habían pagado sus aportaciones para las obras de agua y electricidad, pero nada se concretaba porque esos “líderes”, lejos de encabezar las necesarias gestiones ante las autoridades, sólo se aparecían los domingos para cobrar “sus” cuotas a los desesperados habitantes.
Había, para toda la colonia, solamente una llave pública para suministrar agua.
Pero todo habría de cambiar para bien con la formación del primer grupo de Antorcha Popular de la capital.
Olivia Juárez encabezaba una directiva corrupta de la colonia, y su hijo “El Biónico” era un ladrón que tenía una banda que se robaba los tanques de gas de las casas y otras pertenencias de los colonos humildes, al amparo de la protección de su mamá. El grupo de bandoleros hacía las veces de un ejército particular de golpeadores al servicio de la directiva corrupta, pero la gente de la colonia dejó de tener miedo a las amenazas, y ese método de control ya no les sirvió.
La “señora” Juárez tenía padrinos políticos que se dieron cuenta de que estaban perdiendo la Renovación a manos de los antorchistas, porque éstos fueron conquistando uno por uno los servicios públicos, empezando por la red de agua potable. El líder de la “Unión Estatal de Colonos”, Pedro Domínguez Alarcón, convocó a una asamblea general para –así lo maquinaron ellos- expulsar a los antorchistas de la colonia y “consolidar” el ya inexistente liderazgo de Olivia Juárez.
En la asamblea, los antorchistas fueron encabezados por el dirigente nacional de Antorcha Obrera, el Licenciado Everardo Lara Covarrubias, quien estaba de visita en la ciudad, y por el dirigente estatal del Movimiento Antorchista, Omar Carreón Abud. El resultado final fue una victoria aplastante de los antorchistas y la expulsión definitiva de Olivia Juárez, quien fue vomitada por la gente en una votación democrática que no dejó lugar a ninguna duda de con quién estaba la colonia.
“Ahí les ganamos la Renovación a los corruptos” recuerdan los viejos antorchistas, y así fue el inicio del trabajo en las colonias populares de la capital del estado.
La Crónica de Chihuahua es un diario independiente, enfocado a describir las singularidades y la cotidianidad de la comunidad chihuahuense.