Congreso de Estados Unidos certifica la victoria electoral de Biden tras asalto al Capitolio

** El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, describió como "terroristas domésticos" a los responsables del asalto y pidió que se les procese por sus delitos "sin ningún tipo de indulgencia".


Congreso de Estados Unidos certifica la victoria electoral de Biden tras asalto al Capitolio

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2021, 11:17 am

Agencias

Washington.- Joe Biden recibió 306 votos electorales y ganó la presidencia, de acuerdo con el conteo oficial del Congreso. Las objeciones presentadas por los resultados del Colegio Electoral fueron rechazadas.

La sesión se reanudó tras ser suspendida por varias horas debido a la irrupción de simpatizantes de Donald Trump en el Capitolio; los disturbios dejaron cuatro personas muertas.

El Congreso de Estados Unidos ratificó hoy la victoria del presidente electo, el demócrata Joe Biden, en las elecciones de noviembre, tras una larga y extraordinaria jornada que incluyó un asalto al Capitolio para interferir en el proceso de confirmación de los resultados en el que han muerto cuatro personas.

La sesión conjunta de ambas cámaras del Congreso confirmó que Biden y la vicepresidenta electa, Kamala Harris, superaron la barrera de los 270 votos electorales que da las llaves de la Casa Blanca, con un total de 306, y por tanto llegarán al poder el próximo 20 de enero.

El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, que presidía la sesión, declaró que esa ratificación debía considerarse "suficiente" para aceptar la elección de Biden, informa Efe.

Pence pone así fin a una sesión que comenzó a primera hora de la tarde del miércoles y quedó interrumpida por el violento asalto al Capitolio de los seguidores del presidente Donald Trump, un asedio que duró casi cuatro horas y se ha saldado con cuatro muertos, 14 policías heridos y al menos 52 detenidos.

La nueva sesión duró más de siete horas debido al debate en ambas cámaras sobre dos objeciones al resultado de las elecciones en Pensilvania y en Arizona, ambas presentadas por los aliados de Trump. Como se esperaba, ambas cámaras votaron a favor de respetar lo votado en los comicios en esos dos estados, y la sesión conjunta continuó según lo previsto.

Condena de Mike Pence

La sesión comenzó con la condena del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, a la violencia registrada durante las horas previas en la sede del Gobierno de EEUU. "No han ganado", declaró Pence, una de las figuras más leales a Trump durante los últimos cuatro años y que antes del asalto anunció que no votaría en contra de la certificación de los votos como le pedía el presidente.

"La violencia nunca gana. La libertad siempre gana. Y esta sigue siendo la casa del pueblo", añadió Pence. A la condena se unió el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, quien no reconoció el triunfo de Biden hasta que el Colegio Electoral votó a favor a mediados de diciembre.

El republicano más poderoso del Congreso sentenció que el Senado no se dejaría "intimidar" y que cumpliría "esta misma noche" su tarea de validar el resultado de las elecciones, establecida en la Constitución del país.

McConnell ya se había opuesto al intento de decenas de legisladores aliados de Trump de presentar objeciones al resultado en varios estados clave donde Biden se impuso al mandatario saliente. Entrada la madrugada del jueves, el Senado rechazó un desafío al resultado en el estado de Pensilvania, que se espera que sea el último obstáculo antes de que el Congreso ratifique la victoria de Biden.

La mayoría de ellos retiraron las quejas tras el asalto de los seguidores de Trump y se comprometieron a apoyar la victoria del demócrata. Incluida la senadora republicana por Georgia Kelly Loeffler, quien perdió el lunes las elecciones ante el demócrata Raphael Warnock, y que había anunciado que impugnaría los resultados. Ted Cruz, senador por Texas y Josh Hawley, senador por Missouri, uno de los aliados más fieles a Trump, y otros cinco senadores republicanos mantuvieron su rechazo a los resultados en Arizona al considerar que hubo fraude electoral. Sin embargo, su resistencia no impedirá que la certificación salga adelante porque 93 senadores rechazaron la maniobra.

Entrada la madrugada del jueves, el Senado rechazó un desafío al resultado de las elecciones de noviembre en el estado de Pensilvania, que se espera que sea el último obstáculo antes de que el Congreso ratifique la victoria de Biden.

El trágico día vivido en Washington contrastó con la confirmación del triunfo demócrata en los dos escaños en las elecciones de segunda vuelta de Georgia, que les otorgó el control de la Cámara Alta durante los próximos dos años.

El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, describió como "terroristas domésticos" a los responsables del asalto y pidió que se les procese por sus delitos "sin ningún tipo de indulgencia".

Tras fracasar la objeción sobre Pensilvania, Pence siguió abriendo los sobres para contar el resultado relativo a cada estado, por orden alfabético, y no hubo más objeciones exitosas.

Al comenzar la jornada se esperaba que al menos trece senadores presentaran o respaldaran objeciones posiblemente en cuatro estados más: Georgia, Michigan, Nevada y Wisconsin.

No obstante, el asalto al Capitolio disuadió a algunos de ellos de continuar con su plan, y ningún senador apoyó las objeciones que presentaron en esos estados varios congresistas republicanos.

Según la ley estadounidense, para desencadenar un debate y una votación en el Congreso sobre la posibilidad de rechazar el resultado en un estado, es necesario contar con al menos un congresista y un senador que apoyen la idea. Nunca hubo ninguna perspectiva de que las objeciones presentadas en el Congreso prosperaran, puesto que cada una de ellas debe superar una votación en el pleno y los demócratas, el partido de Biden, son mayoría en la Cámara de Representantes.

Sin embargo, el presidente saliente, Donald Trump, insistió en presionar a los legisladores y a su propio vicepresidente, Mike Pence, para que se arrogaran unos poderes que no les corresponden bajo la Constitución e interfirieran en una sesión que normalmente es simplemente un trámite formal.