Crece el temor de desalojo en Ávalos entre vecinos

**Casas deterioradas, porque la gente no las siente suyas. **Nadie invierte en remozamiento por el riesgo de perder todo.


Crece el temor de desalojo en Ávalos entre vecinos

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2012, 00:45 am

Por Froilán Meza Rivera

Chihuahua, Chih.- El deterioro carcome las casitas del poblado de Ávalos, que se encuentran descuidadas y descascarándose y desmoronándose más cada día que pasa. Es que las personas que las habitan no las consideran de su propiedad, y por lo tanto, como dicen aquí: "¿Para qué les metemos mano?, si el día menos pensado nos van a desalojar, y cualquier mejora que les hubiéramos hecho, va a ser puro dinero perdido".

Así lo manifestó doña Esperanza García Aguiar, quien es posesionaria de una de estas fincas, a dos cuadras de la iglesia de San José Obrero y a cincuenta metros de las viejas canchas del rebote.

Con los adobes pelones en tramos, la lluvia no perdona, y cada año que pasa en medio de esta incertidumbre en la propiedad, el pueblo luce más y más feo.

De las 282 casas-habitación de Ávalos, 150 están habitadas por los antiguos obreros de la planta, y unas 130 están en poder de invasores, quienes se impusieron sobre los pobladores originales y aprovecharon el cierre definitivo de las operaciones del beneficio de metales, en 1994. La invasión ya llegó para quedarse, de acuerdo a Rosario González, vocal de la mesa directiva de los residentes.

Todo el terreno de la planta industrial, la colonia de los empleados de confianza, las oficinas, los edificios de uso público, la colonia de los obreros, los campos deportivos, le fueron vendidos al gobierno por la empresa Industrial Minera México. A nosotros -dijo González- en ningún momento nos han dicho que vamos a ser removidos de nuestras viviendas.

En Ávalos, la inseguridad en la posesión es la madre de los rumores que van y vienen y que mantienen a la gente con el alma en vilo... "Que nos van a regularizar, que el Gobierno sólo va a usar la parte del velódromo y los campos deportivos, que esto, que lo otro...", pero en concreto, nada, dijo la dirigente.

Hay familias que tienen toda una vida aquí, puesto que para el año de 1908, las casitas ya estaban construidas y asignadas a los trabajadores que carecían de una. Los obreros y sus familias podían usar las viviendas sin restricción, pero sólo mientras trabajaran aquí.

Rosario González resume en su propia incertidumbre los temores que hicieron presa de los avalenses, quienes tienen miedo de estar de sobra en los planes de desarrollo económico y comercial de la zona. Hoy, como ayer, se les proporciona gratis el agua potable, que se considera como de buena calidad.

Las generaciones se fueron sucediendo a todo lo largo del siglo XX, hasta que la Industrial Minera México (heredera de la American Smelting and Refining Company -Asarco-) decidió cerrar Ávalos.

La misma Rosario González es de vieja estirpe minero-metalúrgica, su padre laboró en Ávalos, su hermano también, y su esposo fue obrero de la Fundición. "Mi abuelo materno era jefe de la Oficina de Raya de la Asarco, cuyos gerentes fueron en la primera mitad del siglo pasado, los señores Peyton y MacDonald".