Crónica: Un caldo de cuahuayote, plato de concurso

**Tradicional Concurso Gastronómico dentro de la Feria Tecomatlán 2020, llamada también “La Feria de la unidad entre los pueblos”.


Crónica: Un caldo de cuahuayote, plato de concurso

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2020, 21:17 pm

Por Índira Olán

Tecomatlán, Puebla.- Hoy nos dimos a la tarea de buscar el origen del caldo de cuahuayote, de la calabaza de la mixteca poblana, que busca un lugar en la gastronomía de la Feria de Tecomatlán, que se realiza del 23 febrero al 01 de marzo, y que por su grandeza ha sido denominada como “La Feria de la unidad entre los pueblos”.

El cuahuayote se da en los árboles típicos de la región, es un fruto carnoso, de forma ovalada, de un tamaño de 13 a 18 centímetros de largo y 4 a 6 centímetros de ancho, y tiene semillas ovoides; el árbol puede llegar a medir hasta 10 metros de altura, su tallo es grueso y de corteza parda, hay más en verano, periodo demandante entre los pueblos de la Mixteca.

Tras caminar por las tranquilas y pintorescas calles de Tecomatlán, llegamos a la casa de Aracely Lucero Guerrero, quien es oriunda de la “Atenas de la Mixteca” y que participa en el tradicional concurso gastronómico de la Feria Tecomatlán 2020.

Aracely lucha por lograr el sazón y continuar con esa tradición familiar.

“Los papás de nuestros papás lo hacían, y yo digo: ¿cómo sabían que esto se podía comer? Y es muy delicioso. Es como la calabaza o la zanahoria que es un poco dura”, recuerda mientras nos muestra el fruto.

Como si fuera un ritual, empieza con la preparación: “Ponemos nuestra olla de agua, con sal, ajo y cebolla, lo que lleva ¿no?, y ya después se le agrega el cuahuayote en trocitos, ya que esté hirviendo, la semillita como está tierna se come y cuando ya está amarrillo la semilla se pone a secar, después la ponemos al sol, y se seca se pone sal, y al sol, y es así como tenemos la semilla, esta vale muy cara el kilo”.

Vamos agregar ahora el chile ya molido previamente, este se hace dependiendo el caldo, se le puede echar más –dice muy seria-, esto se cuela por la cascarita que tiene, entonces le tenemos que colar, en sí este fruto es como babosito, como el nopal, así igual el cuahuayote, lo vamos a tapar y yo le bajo a todas mis comidas la lumbre para que no se riegue.

Aracely ha participado en otras ocasiones en el concurso gastronómico de la Feria de Tecomatlán, ganando el tercer lugar. Su dedicación en la cocina va más allá de los concursos, pues con la repostería y el horneado de pan ha logrado sacar a su familia adelante.

“Me invitaban hace como un mes, y yo dije: ¡ay no! Yo nunca he participado en eso, pero mi hermana -que trabaja en el CBTA- me dijo que concursara, me da pena, yo trabajo en eso desde que mi hija tenia 8 meses de nacida, mi mamá trabajó en el horneado, nosotros salíamos a vender, mi hermana y yo, desde los 7 años salíamos a vender el pan”, cuenta.

Como buena cocinera y horticultora, Aracely cultiva sus propias hortalizas para dar un buen sazón casero. Después de agregar el último ingrediente, que es el epazote, dejamos hervir el famoso caldo de cuahuayote.

Más tarde, nos dirigimos al Hotel Cencalli, donde se lleva a cabo el Concurso Gastronómico, y nos integramos a la competencia, la cual está dirigida por 7 jueces críticos, que calificaban, olor, sabor, textura y consistencia: los pueblos aledaños como Olomatlán, Chinantla, Piaxtla, San Miguel, La Unión, entre otros, también se unieron a esta competencia. En total, 36 mujeres amantes la cocina competían por un lugar en el sazón mixteco.

Lucero Guerrero por segunda ocasión fue merecedora del segundo lugar al poner amor, empeño y sabor a este platillo típico.

Aún quedan varios días de competencias gastronómicas, de eventos culturales, artísticos y deportivos, todos con la característica peculiar de que son gratuitos, pues el pueblo organizado en Antorcha sabe que todos merecen un momento de diversión, pero muy pocos pueden tenerlo por sus precarias condiciones, por lo que la Feria se convierte en ese rayo de luz.