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**San Nicolás de la Joya. **Arqueólogo del INAH fue invitado en 2012 por el reportero para hacer una inspección preliminar e iniciar el registro del lugar.
La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2012, 21:07 pm
Por Froilán Meza Rivera
Satevó, Chih.- La impresionante colección de figuras grabadas en la piedra en un paredón rocoso del poblado de San Nicolás de la Joya, debe tener unos mil a mil cien años de antigüedad, de acuerdo al arqueólogo Enrique Chacón Soria.
A Chacón, quien trabaja en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), lo invitó el reportero a este lugar para hacer una inspección preliminar, con el fin de iniciar el registro de este sitio arqueológico, que era solamente conocido por los lugareños.
En el sitio denominado El Cajón, se encuentran estos petrograbados que, según Chacón, tienen semejanzas con otros lugares similares pertenecientes al Periodo Medio de la Cultura Paquimé. "No estoy diciendo que sea un sitio de dicha cultura, pero hay varios detalles que nos dan pistas de la antigüedad, comparando a éste con otros yacimientos arqueológicos", señaló.
En primer lugar, dijo, está la presencia aquí del personaje de los grabados, que aquí llaman "el nadador", que tiene las piernas flexionadas hacia atrás y los brazos doblados hacia arriba. "Es el kokopelli, un personaje que, muy similar, está presente en, por ejemplo, La Ferrería, en Durango", ejemplificó Chacón.
En segundo lugar, la abundancia de figuras humanas y de fauna local, es significativo de cierta etapa en el arte de los conchos, que es la cultura más probable de ser la responsable de estos grabados en piedra. Es una etapa muy anterior, por lo menos en quinientos años, a la llegada de los europeos a América, y se caracteriza, entré otros detalles, por la ausencia de caballos y de vacas entre la fauna representada.
En El Cajón, Enrique Chacón identificó, de entrada, por lo menos dos grandes escenas en la pared de roca:
En la primera escena se encuentran los "nadadores" o kokopellis, que están en una secuencia. En la segunda escena, hay una formación de antropomorfos en armonía con la fauna. No hay escenas de caza, y si bien hay hombres armados, éstos están de frente.
Muchas de las figuras han desaparecido ya porque el sol y los elementos han ejercido acción destructora sobre la roca y se nota el desprendimiento de capas que al caerse se llevan parte de los dibujos.
Asimismo, por lo menos en tres lugares se pudo ver que saqueadores han intentado llevarse dibujos completos empleando cincel y martillo, pero todo indica que la piedra se les desmoronó.
En referencia a los llamados kokopellis, que aparecen en el panel izquierdo del paredón, explicó el arqueólogo Chacón Soria: "Estuve revisando mis datos, y el antropomorfo personaje encorvado es similar al kokopelli que se conoce para las culturas del Suroeste de los Estados Unidos, pero presenta algunas variantes. Por ejemplo, el kokopelli es un personaje tocando flauta (el que está en el sitio El Cajón, no tiene flauta, aunque al parecer lleva otro artefacto en las manos), a veces con joroba (el personaje del sitio El Cajón sí lleva joroba), y a veces con pene erecto (en el caso de El Cajón no lo presenta). El kokopelli aparece en petrograbados, pinturas rupestres y decoración en cerámica, y se le ha datado entre el año 800 a 1600 de nuestra era, para el Suroeste de los Estados Unidos, pero también se le ha encontrado en Durango y el Norte de Jalisco, lo que marca la importancia que debió tener el flautista en tiempo y espacio".
"Ahora bien -continúa el especialista- el nombre proviene de la pronunciación Hopi de kookopóló (un danzante kachina) pero no hay una estricta relación entre el kokopelli arqueológico y el kachina etnográfico (Hopi), ya que el kachina etnográfico no está asociado con ningún instrumento musical. La única similitud es fonética. Desde mi punto de vista, pienso que "el personaje encorvado" del sitio El "Cajón" puede ser una variante del kokopelli arqueológico y que posiblemente sea tardío, es decir, cerca del 1600 dC, como resultado de una difusión tardía y por lo tanto con variantes regionales (sin flauta y sin pene). En el caso del sitio, es evidente que este personaje domina la escena del primer panel y está acompañado de otros antropomorfos y fauna diversa, pero también es evidente que en el segundo panel está ausente y el lugar central está ocupado por otros antropomorfos-personajes que se elevan o se desprenden de entre la fauna ricamente representada".
Finalmente, el kokopelli (flautista) está relacionado con mitos de origen, la fertilidad, la lluvia, la música, la cacería, el erotismo, etcétera. "En ese sentido -prosiguió el especialista-, creo que debemos investigar más sobre este personaje y realizar mayores reconocimientos arqueológicos en busca de más datos que ayuden a reforzar la idea de que el "encorvado" del sitio "El Cajón" es una variante regional del kokopelli mítico, o bien, que definitivamente se trata de otro personaje en posición similar".
Por otra parte, es notorio que en todo el paredón que heredó aquél o aquellos conchos primitivos no existe ninguna representación abstracta, el artista simplemente raspó en la roca lo que le rodeaba, lo que era su medio ambiente más cercano, los animales con los que compartía su hábitat y, por supuesto, sus compañeros de caza y pesca.
La Crónica de Chihuahua es un diario independiente, enfocado a describir las singularidades y la cotidianidad de la comunidad chihuahuense.