Descubren sitio de conchos en el río San Pedro

**El paraje está en la orilla del río, a pocos kilómetros del poblado San Pedro de Conchos, que fue misión franciscana en tiempo de la Colonia.


Descubren sitio de conchos en el río San Pedro

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2011, 00:10 am

Rosales, Chih.— Maravilla tecnológica, el dardo o pequeña punta de flecha de los indios conchos, apareció otra vez en un sitio arqueológico descubierto recientemente a pocos kilómetros de San Pedro de Conchos.

Se trata de una punta fabricada en jaspe rojo, de doble filo y con muescas cóncavas talladas a ambos lados de la cabeza, con base para fijar al proyectil. La característica más curiosa de estas diminutas cabezas de flecha que se empequeñecen junto a un dedo, es que no pudieron haberse usado para ser lanzadas con arco, ni siquiera para instalarse en una flecha común, porque no existen arcos ni flechas tan pequeños. El investigador Guillermo de la Paz Soto, de Meoqui, quien posee otras dos de esas piezas, asegura que debieron ser dardos, muy probablemente hechos para ser arrojados con cerbatana.

La maravilla tecnológica, sin embargo, no estriba en el tamaño de estas piezas, sino en que las diminutas muescas que se practicaron sobre sus filos, no pudieron haber sido talladas con piedra. Según una hipótesis de De la Paz Soto, la técnica para practicar estos orificios a esa escala tan pequeña, debió consistir en calentar la piedra en una hoguera y, en seguida, aplicar microscópicas gotas de agua con cañitas de pasto, con lo que se logra que la roca se fracture en un punto específico, pero que no se raje el arma.

La referida punta de proyectil fue encontrada junto con miles de otros vestigios, que evidencian que, en la orilla del río San Pedro, existió hace más de 500 años un asentamiento de la cultura concha.

El lugar está siendo utilizado en la actualidad como un potrero, y hay ahí un cuartito de adobe en el que se refugian los vaqueros y los agricultores cuando deben trasnochar aquí. El potrero, en camioneta, se encuentra a 20 minutos del poblado de San Pedro.

Los restos que se pudieron ver diseminados en el suelo y evidentemente desenterrados por el paso de las vacas y caballos, consisten en diversas herramientas de piedra y fragmentos, prueba de que en este lugar estuvo un asentamiento de las tribus seminómadas. La mayoría de estas piedras fueron talladas en variedades de jaspe de colores que van del amarillo al marrón, pasando por varios tonos de rojo. El jaspe es un tipo de cuarzo coloreado, una roca vidriosa muy adecuada para usarse como proyectil por su gran dureza.