El desgarrador Canto Cardenche

**Compitiendo con la aridez del desierto, las desgarradas voces cantan a capela con melancolía las pasiones humanas.


El desgarrador Canto Cardenche

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2016, 20:00 pm

Por Juan Carlos Gutiérrez Barraza

Es en el norte de México entre Durango y Coahuila donde se escuchan los “Cardencheros” de Sapioriz y Jimulco, poblados de la Comarca Lagunera que resisten al tiempo mediante sus crónicas cantadas “a capela” resonando como vorágine de historias que rebotan entre el polvo y los recuerdos.

El Canto Cardenche se logra a través de tres voces que no llevan acompañamiento musical, cuyo propósito emocional es emular al cardo, una planta espinosa de filamentos inversos que desgarra la carne al tratar de extraerla.

El origen del canto tiene varias versiones, la primera nos habla de las penurias que vivieron inmigrantes de éstas tierras al no poder adquirir instrumentos musicales para acompañar sus voces; la segunda versión nos conduce a creer que el estilo cardenche llegó por tradición desde España siendo adoptado por los pobladores del cañón de Jimulco y por los de la región de Sapioriz.

La tercer teoría nos lleva a considerar la posibilidad de imitación que la gente hacía de los aullidos de los coyotes cantando en las cuevas del lugar y haciendo una segunda voz a la que producía el eco.

El Canto Cardenche provoca en el que escucha un nudo de sentimientos que se va apretando conforme los tonos de las voces se consumen; sugiere un quebranto de todas las emociones que reclaman la memoria de lo que hubo y que aún se esconde en el corazón de la gente; un canto que abraza los tejidos del alma, clavándose hondo.