El enojo del sindicato del IMSS, porque no habrá mas clínicas dónde engrosar la nómina

**Construir un edificio similar al que tiene el IMSS en Torreón, donde atienden pacientes de cinco distintos estados del país, incluido Chihuahua, costaría una fortuna.


El enojo del sindicato del IMSS, porque no habrá mas clínicas dónde engrosar la nómina

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2015, 11:27 am

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismio.mx

Quienes han pedido la construcción de una clínica de especialidades del IMSS en la ciudad de Chihuahua pueden esperar sentados, porque no va a llegar. También los que tienen ya una lista de personas para agregarla a la nómina del IMSS: la pueden guardar para mejor ocasión.

Estudios hechos por el IMSS, a los cuales pudo tener acceso esta columna, indican que el órgano de seguridad social más grande del país no tiene dinero para eso, pero además, tampoco tiene necesidad, no en Chihuahua.

El IMSS ha estimado que en Chihuahua se un promedio de 10 cirugías diarias; 300 al mes, 3 mil 650 al año, cifras más, cifras menos. Construir un edificio similar al que tiene el IMSS en la ciudad de Torreón, donde atienden pacientes de cinco distintos estados del país, incluido Chihuahua, costaría una fortuna que mejor se podría aplicar a mejorar la atención de primero y segundo nivel, que es la principal causa del problema. La encuesta de la Coparmex lo dejó en claro: el derechohabiente está enojado por la tardanza, pero por la calidad de la atención médica a nivel de clínica familiar.

Y si no hay dinero para una clínica, menos hay para especialistas. No hay dinero y no hay de dónde sacarlos. El principal déficit de la medicina nacional, no sólo la pública, sino también de la privada misma, es la de especialistas y muy en particular en áreas como la neurología o la nefrología, según el diagnóstico del IMSS ya referido. Digamos que en Chihuahua se construye una clínica de especialidades ¿de dónde sacamos médicos cirujanos para cada especialidad? Podríamos estar camino a construir otro “cascarón” como los que refería el gobernador César Duarte con los edificios construidos para que fueran hospitales pero no tenían ni equipo ni personal.

Aunque el estudio no lo dice con esas letras, todo apunta a que lo más conveniente para las delegaciones del IMSS que no tienen una clínica de especialidades es subrogar el servicio a clínicas privadas o hacer una combinación entre ese recurso y que se le hagan mejoras y ampliaciones a la torre de Torreón, de modo que ésta programe las cirugías con mayor celeridad.

La posibilidad de subrogar, o la otra que está en el aire: la de que el sistema de salud pública se convide el uno al otro, es una de las motivaciones que tienen los líderes sindicales para emprender las campañas que han hecho resonar en contra del IMSS.

Ya lo habíamos apuntado en esta columna: la posibilidad de que el IMSS se apoye en el ISSSTE o en el ICHISAL y para desahogar algunas especialidades ha levantado antenas al interior del sindicato del Seguro Social, pues eso indica que ya no habría más contrataciones y, por lo tanto, menos familiares, amigos, compromisos y recomendados a quienes meter a trabajar a la institución. Esto sólo deriva en un destino ineludible: la reducción del tamaño y del poder del sindicato.

El IMSS, al igual que todos los sistemas de seguridad social del mundo, pasan por malos momentos, aunque a nosotros los mexicanos sólo nos importa el nuestro. Con torre de especialidades o sin ella; con subrogación o con ampliación de clínicas, con complementación entre instituciones de salud, le tienen qué, mejorar el servicio a los derechohabientes. Ellos verán cómo le hacen, le duela o no al sindicato.