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**Con lo que le gusta y apasiona personalmente, el presidente de México no escatima presupuestos millonarios. Creó un organismo promotor del beisbol, aumentó en 115% el subsidio a su equipo y ordenó remodelar el estadio del equipo de su hermano Pío.
La Crónica de Chihuahua
Enero de 2021, 11:06 am
Los Olmecas de Tabasco estaban al borde del precipicio cuando, en un mensaje público, López Obrador pidió al gobernador Adán Augusto López que no dejara morir al equipo de beisbol de su terruño, a pesar de su mal desempeño. ¿Resultado? Pasó de 19 a 44 millones de presupuesto gubernamental.
Esteban David Rodríguez/
m-x.com.mx
El destino del Club de Beisbol Olmecas de Tabasco parecía incierto en agosto de 2018. Las deudas financieras y los malos resultados deportivos dejaban sin opciones al gobernador perredista Arturo Núñez Jiménez, quien ya valoraba deshacerse del equipo.
Además del costo económico, el equipo no se distinguía por su buen desempeño. En 14 años había traído más frustraciones que alegrías a la afición. A un costo de millones de pesos en subsidio público.
Un mes después, el 8 de septiembre, el entonces presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, conjuró la venta con un mensaje público. Aquel día le dijo al también gobernador electo, Adán Augusto López: “Te pido, te solicito, que se apoye al beisbol, para que sigan los Olmecas”.
La sugerencia se tradujo en un aumento al presupuesto de Olmecas y Espectáculos Deportivos de Tabasco (EDTSA), la empresa estatal encargada de su administración. De 2018 a 2019 pasó de 19 a 44.4 millones de pesos. Fue así como, de un gobernador a otro, el subsidio a creció 115%, para un equipo que lleva siete temporadas sin acceder a los playoffs. Y cuyo último campeonato data de 1993.
Las intenciones del gobernador para con este equipo cambiaron de giro, pues también pensaba darlo de baja y dedicar esos recursos a fines sociales. Hace poco reconoció que se contuvo de venderlo por la intervención de López Obrador. “Bueno, para nadie es un secreto, ustedes estuvieron presentes en esa rueda de prensa donde el presidente manifestó que, por el bien del deporte, había que apoyar a los Olmecas”, señaló.
Han sido grandes noticias para la empresa, pero también para la Liga Tabasqueña de Beisbol (LTB), cuya estrella es la principal sucursal asociada de Olmecas: el Club de Beisbol Guacamayas de Chiapas, cuyo presidente y titular de la marca comercial es Pío López Obrador, hermano del presidente de México.
Con base en actas notariales, reportes corporativos, registros de marca y consultas a cuenta pública, EMEEQUIS reconstruye los triunfos y tropiezos deportivos, financieros y políticos que han marcado la historia de los dos equipos de beisbol más cercanos al corazón de la familia López Obrador.
HISTORIAS DE UN AFICIONADO PODEROSO
El presidente ha difundido sistemáticamente su pasión beisbolera, tanto que se halla integrada a su ejercicio de gobierno: erigió al beisbol como soberano de su política deportiva al instalar, a unos pasos de su despacho, la oficina encargada de un programa (ProBeis) que destina 350 millones de pesos anuales al impulso de la “pelota caliente”. Sin olvidar que otorgó mil millones de pesos a la compra de dos estadios en Sonora.
El tema también está presente en su agenda: inauguró el Salón de la Fama en el Parque Fundidora de Monterrey (20-02-2019), así como el estadio de los Diablos Rojos (23-03-2019). Ayudó a conseguir juegos de Grandes Ligas en la capital regiomontana, reunió a directivos de las dos grandes ligas beisboleras de México…
Una mañana cualquiera imparte una “clínica” de bateo a chicos de Ciudad Universitaria; otra, convive con la Selección Mexicana de Beisbol o comenta con detalles técnicos el desempeño de los Yankees de Nueva York…
Y siempre tiene a flor de labio una anécdota sobre su relación con este deporte:
“Jugué beisbol con los grandes de mi pueblo, con pelotas hechizas, con bates hechos también por la misma gente (…). En secundaria era prospecto para Grandes Ligas, no es por presumir… Tengo el dedo de esta mano torcida desde entonces, porque era yo center fielder, tenía buen brazo y cubría mucho terreno; y salió una línea en un juego, salí por ella, me tiré de cabeza, la cogí, pero me quedó el brazo abajo y el dedo recargado en el cuerpo.
“Entonces tiré –todo esto lo saben los que han jugado beisbol, está uno caliente, no siente uno nada–, (…) y traía yo el dedo por acá. Y era cosa de ir con el curahueso, pero se fue pasando el tiempo (…). Y lo tengo así, porque tiene que ver con una jugada, con una atrapada en el beisbol. Por eso es mi pasión… Fíjense que es tanto el afecto que le tengo al beisbol que (…) todavía macaneo, y estoy bateando arriba de 300, así como ven…”
En el corazón de esa pasión, hay dos querencias: las Guacamayas de Chiapas y los Olmecas de Tabasco, equipos que ahora comparten intereses y destino.
El apego de AMLO a la escuadra emplumada comenzó desde sus años universitarios, pues “cada que regresaba a ver a su familia en Palenque, lugar donde radicaban sus padres, jugaba beisbol con las Guacamayas, equipo al que le agarró mucho cariño” (“Así nació la pasión por el beisbol de López Obrador”, Campeche Hoy, 3/04/2018).
Sobre los Olmecas, el mandatario ha dicho que encendían su pasión desde los años setenta. En realidad debe referirse a Plataneros, que devino Cardenales y, al cabo, Ganaderos, nombres que tuvo el equipo tabasqueño de beisbol en aquella época. Porque la historia de Olmecas comienza en la década de los noventa.
La Crónica de Chihuahua es un diario independiente, enfocado a describir las singularidades y la cotidianidad de la comunidad chihuahuense.