En creciente desuso, la tradición del Día de la Candelaria

**Ya casi no se venden ropones para levantar al Niño Dios.


En creciente desuso, la tradición del Día de la Candelaria

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2013, 09:39 am

Vestir al Niño Dios y levantarlo del nacimiento es una tradición que se está perdiendo con el paso de los años, lo que se ve reflejado en el número de ventas de ropones y sillas para estas figuras.

“Antes la gente venía y compraba hasta cinco trajecitos, ahora si acaso se llevan uno o dos”, explicó una comerciante del Mercado Cuauhtémoc.

El Día de La Candelaria, fecha en la que se levanta al Niño Dios, es una fiesta litúrgica que festeja la Iglesia católica y que representa el pasaje bíblico en el que el hijo de María y José es presentado en el templo, ya que esto se daba 40 días después de que la madre ya podía salir.

Quienes sacaron el “monito” en la Rosca de Reyes se convierten en los padrinos, mismos que deben de pagar el próximo sábado 2 de febrero con tamales y champurrado.

A esto se añade la costumbre de “levantar el Niño Dios” del nacimiento y ataviado con alguno de los trajes elegidos por sus padrinos, pudiendo ser éste un ropón blanco, el traje de algún santo o un trajecito de bebé simplemente.

Cuarenta días después de la Nochebuena termina el ciclo de celebraciones de la Navidad con la tradición de presentar al “Niño Dios” ante la Iglesia.

Los trajes varían en tamaños, diseños y materiales. Se pueden encontrar desde 80 pesos los más pequeños, hasta 250 los más grandes.

Hay trajes de San Juan Diego, San Judas Tadeo, de Papa, y de otros santos. De satín, de encaje y hasta de manta; todos acompañados de un par de sandalias.

Renato Ascencio León comentó que además del Día de La Candelaria existe una celebración especial impuesta por el Papa Juan Pablo II.

“Él lo señaló como el Día de la Vida Consagrada, es el día en que celebramos cuando la santísima Virgen María fue llevada al templo y cuando llevaron a Jesús. Son recuerdos de aquella tradición y ahora pues nos recuerda también a las personas consagradas, religiosos y religiosas”, comentó.