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**Aún hay espacios educativos donde continúan las miradas despectivas: Yajayra Saavedra, alumna de Ingeniería, sl denunciar el racismo y clasismo existentes.
La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2021, 14:00 pm
Leonardo Frías/
Gaceta UNAM
El clasismo y la discriminación han sido una constante, ninguna ley puede modificarlos; nos falta una cultura de respeto a nuestro propio legado, manifestó Susana Bautista Cruz, académica del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (PUIC).
“Soy hija de una familia de migrantes mazahuas que llegaron a la ciudad, mi padre nunca pisó una escuela, mi madre llegó hasta el tercer año de primaria; mi hermano y yo estudiamos en el CCH Azcapotzalco, cursamos derecho, pues mi padre era campesino y quería que se defendiera la milpa, el territorio”, relató.
Al intervenir en la charla Ser Indígena en la UNAM, la Experiencia de la Resistencia, organizada por la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad, Bautista Cruz indicó que procede de “un largo proceso de construcción académica, para que los pueblos indígenas no fueran sólo objetos de estudio, sino sujetos de derecho”.
“Porque hoy en día podemos estudiar en los posgrados y eso no existía: costó 20, 25 años, y ahora muchos alumnos lo pueden gozar; el mismo PUIC ni siquiera tenía la infraestructura que hoy tiene, es el trabajo de generaciones para abrir estos espacios, de gente como Luis Villoro, que ya no están”.
La también escritora y poeta dijo estar muy agradecida por ello con la Universidad y la educación pública, ya que gozó en su momento de la beca alimentaria de la UNAM, con unos vales con los que podía comer todo el mes, por eso siente “un compromiso enorme, vi cómo la Universidad Nacional convirtió mi vida en otra”.
“No somos de nadie”
Yajayra Saavedra Saavedra, alumna de Ingeniería Civil de la Facultad de Ingeniería, estudiante mixteca, hablante de Tu’un Savi, señaló que deben dejar de identificarse las lenguas originarias con el área rural, y el español como la lengua culta.
Lamentó que aún en espacios educativos continúen las miradas despectivas, porque “nosotros no somos de nadie, la gente al referirse a nosotros dice ‘nuestros indígenas’, y no es así, deben dejarnos expresar nuestra opinión”.
En una ocasión, contó, en una reunión me animé a preguntarle a los demás, si alguien más era indígena como yo; no muchos me respondieron, pero un chico se ofendió y me dijo: “¿Te parezco indígena?”.
La alumna, quien es beneficiaria del programa de becas del PUIC, recordó que su relación con esta casa de estudios se remonta cinco años, cuando viajó desde su hogar en Guerrero para hacer su examen de admisión.
Confesó que cambiar su residencia a Ciudad de México, la desalentó.
“No había más indígenas a mi lado, no conocía a más gente, me sentía sola, cambié la forma de desarrollarme con la naturaleza, me tuve que acostumbrar a vivir en espacios cerrados con muchas personas; veía todo gris, triste, sin árboles, en la noche no se ven las estrellas, no se ve el azul del cielo, cambió mucho mi alimentación”.
No obstante, afirmó, aquí han replicado algunas de sus costumbres, se han negado a dejar de lado los productos de sus comunidades y, por supuesto, han resistido a dejar de hablar su lengua. “Permanecer en la Universidad ha sido por personas que han puesto en mí la confianza que yo no tenía, me han levantado después de cada tropiezo; por eso las redes de apoyo son todo, además del soporte de algunos profesores”.
En la charla también intervino el activista y locutor radial nahua Juan Gabriel Arrieta Ramos, quien, desde la sierra norte de Puebla externó su gran satisfacción por ser parte de un medio informativo, lúdico y de servicio para su entorno con la estación comunitaria Radio Tsinaka.
Sarai Rivadeneyra Morales condujo la conversación, e igual como parte de Radio Tsinaka subrayó que ejercen el derecho a tener sus propios medios de comunicación, lineamiento incluido en el Artículo 2º de la Carta Magna. “No tenemos concesión del Instituto Federal de Telecomunicaciones, pero tenemos permiso de la comunidad”.
La Crónica de Chihuahua es un diario independiente, enfocado a describir las singularidades y la cotidianidad de la comunidad chihuahuense.