Gustavo Madero, el derrotado

Por Alejandro Salmón Aguilera

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2012, 14:31 pm

(ahoramismo.com.mx)

Alguien debería poner al tanto a Gustavo Madero Muñoz. Alguien debería decirle en qué va el proceso electoral del 1 de julio, el cual aún no termina, y cómo inició su desenlace.

Alguien debería recordarle que quien ha impugnado la campaña y, por tanto, el resultado de la elección es Andrés Manuel López Obrador, el que es “un peligro para México”.

Para Madero y para el PAN es demasiado tarde: ya no pueden hablar, a estas alturas, de que el PRI “compró” la elección o de que, como lo dijo ayer el dirigente panista, “la ganó a billetazos”.

Ya no se puede, no por ahora. Debería saber—si es que estaba atento el 1 de julio pasado—que fue la candidata de su partido, Josefina Vázquez Mota, la primera en anunciar el triunfo del priísta Enrique Peña Nieto. Una hora más tarde, con menos del 5 por ciento de las casillas computadas, lo haría el presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita y, minutos después, el presidente de la República, Felipe Calderón.

A estas alturas, ya no le queda al PAN eso de regatearle legitimidad a Peña Nieto ni amagar con no estar presentes en San Lázaro el día del cambio de poderes. El tiempo no les va: ya han vuelto a presentar como el Diablo en persona al que sí interpuso recursos de nulidad contra el proceso del 1 de julio y encima de ello se quieren colgar del descontento generado por esa misma elección.

Tampoco le va a Gustavo Madero venir a reclamarle al PRI que no le hayan aprobado las reformas estructurales al presidente Felipe Calderón. Si las negociaron con el mismo talante que Madero atendió ayer a la prensa, ya podemos entender por qué le dijeron que no.

Ante el indicio de una pregunta incómoda, el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, montó en cólera e interrumpió al reportero. Ni quiera dejó que terminaran de preguntarle si su partido volverá a ser la “bisagra” que le permitió al PRI-Salinismo hacer las reformas estructurales cuyas consecuencias aún se resienten.

Este lunes, Madero Muñoz inició la construcción de la campaña electoral del 2013 para renovar ayuntamientos y Congreso. Lo hizo con un triunfalismo que no lo creyó ni su lenguaje facial.

Lo que llama la atención es el comunicado emitido por el PAN estatal, a propósito de esa reunión: “Se reúne dirigente nacional del PAN con liderarzgos locales”.

¿Quiénes eran esos “liderazgos locales”? la senadora Teresa Ortuño Gurza, que sólo ha ganado una elección de mayoría y tres de representación proporcional; Arturo García Portillo, que continuará en el Legislativo Federal, ahora como senador, siempre como plurinominal; María Eugenia Campos, quien acaba de perder en el Distrito VIII; Cruz Pérez Cuellar, cuyo triunfo en las internas del PAN fue anulado por el mismo CEN que preside Gustavo Madero, en medio de gravísimas acusaciones.

¿Esos son los liderazgos con los que piensa reconstruir a su maltrecho partido después de una estrepitosa derrota? Vaya pues…