Hallan en Julimes cabecita olmeca

**La obra de arte forma parte de la colección de un historiador chihuahuense.


Hallan en Julimes cabecita olmeca

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2012, 18:50 pm

Por Froilán Meza Rivera

Meoqui, Chihuahua.- El descubrimiento en Julimes de la escultura de una triple cabeza olmeca en miniatura pone en evidencia que la cultura de los indios conchos recibió influencia de los pueblos de Mesoamérica.

El descubridor de ésta y otras piezas arqueológicas pertenecientes a las tribus conchas de la región, el maestro e investigador Guillermo de la Paz Soto, apunta al hecho de que esta cabecita posee varias características que la hacen única y sin igual en Chihuahua. La insólita obra de arte forma parte de la colección del profesor De la Paz Soto, quien posee también los dos únicos proyectiles de piedra que deben haber sido usados en cerbatanas por los conchos, a semejanza de los indígenas de las selvas tropicales. Es ésta la primera evidencia del uso de cerbatanas por los aborígenes prehispánicos de Chihuahua.

Don Guillermo, profesor normalista quien es también historiador, tiene, asimismo, en su haber una piedra de granito tallado por los mismos indios conchos a manera de una plomada, que es la llamada "piedra de fuego" y que, instalada en un tripié y colocada al centro, presidía las reuniones del Consejo de los Grandes y les inspiraba las ideas de rectitud y honradez.

ORIGEN DE LA CABECITA

La cabecita "olmeca" tiene en efecto los rasgos de las esculturas colosales que se encontraron en La Venta, Tabasco, en el año de 1941 y que son representativas de la cultura olmeca. Son evidentes los rasgos negroides: los labios grandes y abultados, la nariz chata, así como los ojos rasgados, iguales en la miniatura de Julimes que en las piezas grandes de Tabasco.

Lo más curioso es que en una sola piedrita fueron talladas tres caras "olmecas", que se ven dando vuelta a la pequeña escultura.

"Ésta me la encontré en la región de Julimes", señaló Guillermo de la Paz.

Pero ¿cómo se explica la presencia de una cabecita "olmeca" en territorio de los indios conchos?

"Mire, las rutas de intercambio comercial entre la metrópoli de Paquimé en el noroeste del estado con los toltecas y los olmecas, e incluso con los mayas, los aztecas y otros pueblos de Mesoamérica, es cosa muy conocida y estudiada".

Hay indicios, incluso -agregó-, de que una de esas rutas terrestres pasaba precisamente por Julimes, donde se desarrolló la cultura de los indígenas conchos, quienes eran nómadas estacionales, pero tenían asentamientos en esta región. "Por ello, la cabecita se puede explicar por la existencia de esta ruta comercial... es sabido que, entre otras mercancías, los paquimeítas transportaban la preciada turquesa, que provenía de la región de los indios pueblos en lo que ahora es Nuevo México, y que la llevaban a Mesoamérica, mientras que, en el viaje de regreso, ellos mismos traían plumas preciosas de aves, joyería y posiblemente cacao y otras mercaderías apreciadas por las clases dominantes de Paquimé".

DARDOS Y PLOMADA

Y las dos diminutas cabezas de flecha que se empequeñecen junto a un dedo, no pudieron haberse usado para ser lanzadas con arco, ni siquiera instalarse en una flecha, porque no existen arcos ni flechas tan pequeños.

Como lo sugiere su tamaño, don Guillermo de la Paz Soto asegura que debieron ser dardos, arrojadizos en cerbatana. Este tipo de armas, asegura el investigador, se sabe que son utilizadas por los indios de Centro y Sudamérica, y su poder se lo dan los venenos con que son impregnadas.

La piedra tallada en forma de plomada, y que está también en la colección del profesor De la Paz, es la llamada "piedra de fuego". Asegura el historiador que ésta era sujetada para colgarse en vertical desde el centro de tres maderos. La piedra era, en el momento de ser colgada, el centro del universo, y en su derredor se sentaban los integrantes del conjunto de jefes de los clanes de indígenas conchos. La "piedra de fuego" presidía esas sesiones, y era un recordatorio de la rectitud y la justicia que debía prevalecer en todas las decisiones de este colectivo.