Huérfanos de 12 años, a la calle ¿y no quieren que delincan?

Muchas de esas demandas de las buenas conciencias chihuahuenses ya hasta se hicieron ley, pendiente de entrar en vigor mediante la publicación en Periódico Oficial.


Huérfanos de 12 años, a la calle ¿y no quieren que delincan?

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2011, 09:54 am

Chihuahua, Chih.- Las buenas conciencias del estado, fuera y dentro del presupuesto, se sofocan cada vez que se enteran de que un adolescente cometía delitos o formaba parte de alguna organización criminal. Así se les fue el color cuando supieron que la Policía Federal detuvo a un chamaco de 14 años, metralleta en mano, manejando auto robado, con las manos aún llenas de pólvora por el “encargo” que se acababa de “echar”.Para pronto, se alzan las voces que claman porque ese tipo de jóvenes sean tratados cual mayores de edad y se les echen encima añales y añales de cárcel, si no es que de trabajos forzados y hasta pena capital.

Muchas de esas demandas de las buenas conciencias chihuahuenses ya hasta se hicieron ley, pendiente de entrar en vigor mediante la publicación en Periódico Oficial.

Lo que no quieren ver es que a esos muchachos los creamos nosotros, como sociedad que no fue capaz de abrir espacios de desarrollo para ese abultado número de chihuahuenses que está entre los 12 y los 17 años, el período más crítico de cualquier ser humano.

Nada más para dar una idea: ¿a dónde creen que van a dar los niños internos en hogares para huérfanos cuando cumplen los 12 años de edad? Respuesta: a la calle.

Así como se lee: en cuanto llegan a una edad en la que se “estiran” tantito, pero no han dejado de ser niños, se les pone de patitas en la banqueta para que se las arreglen como Dios les dio a entender.

No existe ningún programa para atender a los jovencitos que empiezan a entrar a la pubertad pero no tienen quién se haga cargo de ellos. No existe un lugar dónde albergarlos, dónde pasar los días en tanto adquieren la capacidad de ganarse la vida y pagar al menos un alquiler. Como dice un comercial en boga: no hay, no existe: no existe nada para ese grupo de edad que no tiene padre, madre ni familia que le haga casa.

En la legislación de marras aprobada por el Congreso, se contempla que los padres de familia se involucren en la rehabilitación de los jóvenes infractores. La pregunta es: ¿quién se va a involucrar en la rehabilitación de los jóvenes que no tiene padres? ¿El Estado? Si es el
Estado ¿Cuál parte de éste, si no tiene un solo programa para esos muchachos?

Los poderes del estado crearon un marco legal para recluir a los jóvenes infractores y acaso en presupuestos de egresos de años por venir, habrá alguna partida para construir una cárcel especial para adolescentes delincuentes. Pero a la fecha no existe un solo gasto para atender a adolescentes huérfanos. Es decir, que el Estado Mexicano y su parte en Chihuahua prefieren gastar en cárceles que en atención; en carceleros que en instructores; en celdas de castigo que en aulas.

El discurso alcanza para mucho: “hay que reconstruir el tejido social”, dicen una y otra vez los políticos en turno. Pero no dicen ni cómo le van a hacer para darle curso a la vida de unos jóvenes que no tienen a nadie en este mundo, ni al Estado mismo

Nota de: Ahoramismo.com