Llegan cientos de personas a casa de Chespirito a despedirlo

La gente pide permiso a los guardias del exclusivo fraccionamiento Isla Dorada, en Cancún, para dar el último adiós al comediante.


Llegan cientos de personas a casa de Chespirito a despedirlo

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2014, 17:00 pm

La gente se agolpa en los accesos del exclusivo fraccionamiento Isla Dorada, en la zona hotelera, luego de que se diera a conocer la muerte de Roberto Gómez Bolaños, Chespirito.

Una caravana de autos y cientos de personas de todas las edades y condiciones sociales llegaron al lugar y piden a los guardias permiso para entrar y despedir a Chespirito.

Esta mañana la radio y televisión locales difundieron la información que cimbró a todos, el popular Chespirito, Roberto Gómez Bolaños, falleció a los 85 años de edad en la casa que ocupaba desde hace seis años, en Cancún, confirmaron sus médicos.

"En la ciudad se percibe un clima de nostalgia, de tristeza", definió Jorge Domínguez, conductor de Radio Turquesa —principal grupo radiofónico del sureste— a la que han llamado miles de personas para expresar su consternación. Lo mismo ha ocurrido en otras emisoras.

El acta de defunción establece que la muerte se registró a las 13.15 pm, hora local, a causa de complicaciones respiratorias que lo mantuvieron postrado en cama los últimos meses, se informó oficialmente.

Con él estuvo siempre, hasta el último momento, su esposa y compañera Graciela Fernández, mejor conocida como Florinda Meza, por el personaje que interpretaba en los guiones de su esposo.

Esta tarde se esperaba la llegada del resto de la familia que tendrá una reunión con sus hijos, Roberto, Graciela, Marcela, Paulina, Teresa, y Cecilia, para decidir detalles del funeral.

Marcela comentó que su padre vivió con buen humor sus últimos momentos. Con la simpatía y optimismo que le caracterizaban, solía comentar que el deterioro de su salud se debía a que sus giras de trabajo por el mundo le habían obligado a "correr sin aceite" sus primeros cuarenta años.

A partir de 2004 su salud se deterioró más, por lo que su hijo mayor Roberto y otros miembros de la familia le recomendaron venirse a vivir en Cancún, donde le gustaba pasear, comer en restaurantes locales y hablar con la gente que encontraba en supermercados, cines, restaurantes y sitios públicos.

"Nunca decía no, cuando alguien le pedía un autógrafo, especialmente si se trataba de un niño", recordó.

Roberto Gómez Bolaños, fue uno de los personajes más populares de Latinoamérica y la población hispana de Estados Unidos en donde sus series de televisión, El chavo del ocho y El Chapulín colorado, mantienen preferencia absoluta.

Su hija Marcela, quien junto con Graciela, la esposa, fue quien mayor tiempo permanecía con él, recordó que hace un año, cuando se decidió a ", hasta el punto de que se convirtió en uno de los mexicanos con más seguidores en Twitter, con 6.6 millones de seguidores.

El comediante manejaba su cuenta en la red social, que durante los últimos meses se convirtió en el único contacto con su público.

En febrero de 2012 recibió un gran homenaje en el Auditorio Nacional, de la capital mexicana, donde, ayudado de una bombona de oxígeno y sentado en una silla de ruedas, disfrutó de los regalos de artistas y seguidores de los 17 países que se unieron para el evento.

Ese día, antes de que concluyera el homenaje, Gómez Bolaños se desvaneció, por lo que su esposa pidió a médicos intervenir.

Estos recomendaron que se retirara y regresara a Cancún.

Roberto Gómez Bolaños nació el 21 de febrero de 1929, segundo hijo del matrimonio de Elsa Bolaños-Cacho Aguilar y Francisco Gómez Linares, señala el acta de defunción.

El 12 de noviembre de 2009, Chespirito fue llevado de emergencia a un hospital de la Ciudad de México.

Su hijo Roberto Gómez Fernández, explicó que su padre tuvo una complicación de la próstata, y fue sometido una intervención quirúrgica sencilla.