Los indignados en España

Escrito por Rosalba Mancinas Chávez/ Domingo, 3 de Julio de 2011 06:08


Los indignados en España

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2011, 07:40 am

Sevilla, España.- También llamado el 15- M por haber surgido el 15 de mayo y bautizado como Spanish Revolution por la prensa internacional, el movimiento de los indignados en España es una manifestación (o serie de manifestaciones) de indignación por la situación crítica que está viviendo el país. Las protestas iniciaron en la Puerta del Sol en Madrid, sitio simbólico en la capital española. Miles de jóvenes y no tan jóvenes se reunieron para mostrar su indignación ante la actuación de los políticos y los banqueros. La protesta fue secundada rápidamente en las plazas principales de ciudades grandes y chicas, donde un núcleo del movimiento estaba presente día y noche y otro grupo mucho mayor asistía a mostrar su solidaridad y simpatía con el movimiento en horarios específicos durante el día.

Autodenominado Democracia Real Ya (DRY), el movimiento se manifiesta en contra de las políticas públicas que han llevado a occidente en general y España en particular a una severa crisis económica traducida en 5 millones de desempleados, sólo en España, de los cuales, un alto porcentaje son jóvenes.

El movimiento surgió en una fecha delicada, pues el 22 de marzo serían las elecciones en España y podría confundirse con una campaña a favor de algún partido político. Fue tanta la fuerza de las manifestaciones que pronto se dejó de lado esa hipótesis, lo que no quedaba claro antes de las elecciones era la postura de los indignados. Dejaban claro el rechazo al bipartidismo PSOE-PP, pero insistían en su naturaleza apartidista.

Después de las elecciones que vistieron a España de azul (el color del partido conservador, el PP), las manifestaciones continuaron, estuvieron unos días más acampados en las plazas principales hasta que anunciaron su retirada el 12 de junio en la Puerta del Sol y se fueron retirando en el resto de plazas.

A partir de su retirada, se han convocado manifestaciones y asambleas de barrios. Entre las manifestaciones cabe destacar la del 19 de junio que reunió a miles de personas en 60 ciudades españolas.

Internet

Internet se ha convertido en la principal fortaleza y debilidad de los indignados. Fortaleza porque es una herramienta poderosa de comunicación y ha funcionado como un elemento indispensable de difusión y de convocatoria. Debilidad porque al facilitar la publicación de contenidos a cualquier persona en el planeta ha sembrado confusión y ha permitido la difusión de convocatorias falsas.

¿Por qué indignados?

El nombre de indignados hace referencia al libro del francés Stéphane Hessel: ¡Indignaos! Un alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica, que en España ha sido prologado por el economista y escritor José Luis Sampredro. Hessel y Sampedro, ambos con más de noventa años, sirven de inspiración al movimiento.

¿Quiénes participan?

Aunque en principio el movimiento surgió como una iniciativa de los jóvenes, pronto se sumaron personas de muy diversas edades. Al día siguiente del inicio de la acampada, las imágenes en televisión mostraban a una gran cantidad de personas mayores llevando alimentos, cobijas y demás artículos para apoyar a los jóvenes en su manifestación. El 15-M despertó las ilusiones adormecidas por la democracia española, los antiguos combatientes del régimen franquista salieron a las calles con ilusión, recuperando por momentos la idea de que otro mundo es posible.

En su página oficial en Internet, dicen ser los desempleados, los mal remunerados, los subcontratados, los precarios, los jóvenes, los que buscan un futuro digno.

¿Hacia donde se dirigen?

La mayor debilidad del movimiento de los indignados quizá sea su dispersión. Se han definido desde el principio como un colectivo espontáneo donde no destacan liderazgos ni jerarquías y esto, que puede parecer muy bonito, está resultando bastante caótico, pues la percepción desde fuera es de confusión, de no tener claros los objetivos y no dejar clara una postura, ni un rumbo a seguir. Por ahora tenemos claro que siguen trabajando, han demostrado ser personas pacíficas (salvo algunos incidentes) inconformes con el sistema que se reúnen en asambleas para sacar ideas de cómo cambiar el sistema político, económico y social en el que nos encontramos inmersos.

(Rosalba Mancinas Chávez (rmancinas@gmail.com)