Nuevo temblor de tierra, ahora en Guadalupe Distrito de Bravos

**De 4 grados Richter, se trata del sismo al que La Crónica de Chihuahua le asignó el número 28 de una nueva serie que inició el pasado jueves 13 de noviembre.

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2015, 13:24 pm

Por Froilán Meza Rivera

Chihuahua, Chih.- Un sismo de 4 grados de intensidad medidos en la escala de Richter, sacudió territorio del estado de Chihuahua, en la misma zona donde se originaron 22 temblores de tierra en abril del año 2011, en las cercanías de la frontera, al Este de la Sierra La Amargosa.

Este nuevo terremoto sucedió a las 10:53 horas y 17 segundos del domingo 8 de febrero, originado a una profundidad de 20 kilómetros, y el Servicio Sismológico Nacional ubicó su epicentro a 125 kilómetros al Noroeste de Ojinaga. De hecho, en una aproximación al mapa, se trata de una zona donde el municipio de Guadalupe Distrito de Bravos se aproxima a Coyame. Al fenómeno se le puede referir asimismo a 164 kilómetros al Sureste de Ciudad Juárez.

Se trata del temblor al que La Crónica de Chihuahua le asignó el número 28 de una nueva serie que inició el pasado jueves 13 de noviembre. Recuerde el lector que desde fines de agosto pasado no se sentían sismos en la entidad, y que apenas el 13 y 14 de noviembre de 2014 sucedieron en total 19 fenómenos telúricos. A partir de esos primeros, La Crónica de Chihuahua decidió, por método, contabilizar los terremotos en una nueva serie.

Éstos de la frontera con los Estados Unidos, son movimientos debidos a la llamada Distensión del Bravo, que es una falla geológica. Aquí, el continente se separa a razón de 1 milímetro por año, y dentro de algunos millones de años, habrá un brazo de mar. El río Bravo es un parteaguas, porque marca la división y el punto de “choque” entre lo que fueron en el pasado, dos placas tectónicas continentales.

De este lado, la geografía es muy diferente a la del otro lado del río, porque aquí la corteza de la tierra formó grandes pliegues que dieron origen a las montañas. Aquí se produjo un vulcanismo tremendo y el tectonismo (son los movimientos de las placas de la tierra), que exprimieron todo el petróleo que pudo haber habido en otras eras geológicas. Y de paso, esa es la explicación de que en Texas, a pocos kilómetros del Bravo, existan pozos petroleros, mientras que de este lado del río no hay ni gota de hidrocarburos.