Penales a su máxima capacidad; secuelas de la guerra contra el narco

De acuerdo con cifras oficiales, una de las causas del aumento en la población penitenciaria es la guerra al narcotráfico, ya que de diciembre de 2006 al mismo mes de 2010 se dictaron en total 88 mil sentencias, de las cuales 82 mil 500 fueron de tipo condenatorio


Penales a su máxima capacidad; secuelas de la guerra contra el narco

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2011, 09:21 am

Son 429 centros penitenciarios a lo largo de todo el país y en su mayoría, estatales o de municipios, se encuentran sobrepoblados o, en el mejor de los casos, al tope de su capacidad.

Además, por sus patios y pasillos deambulan por lo menos 50 mil reos federales, algunos considerados de “alta peligrosidad”, que cumplen largas condenas o que se encuentran bajo proceso y sin sentencias. Los hay desde asesinos a sueldo hasta narcotraficantes, y su presencia representa riesgos, pero también ventajas.

Por cada uno de los internos del fuero federal recluidos en estos centros penitenciarios los estados reciben bonos del gobierno central bajo el rubro de “socorro de ley”. Hay gobiernos que reprochan la presencia de estos internos federales en sus cárceles, otros la prefieren e incluso la defienden, porque saben que representan un dinero adicional para las arcas de sus estados.

Aun con sus pros y contras, el gobierno federal puso en marcha una operación de “traslados masivos” de reos a prisiones federales, en una estrategia para frenar y reducir una sobrepoblación de más de 54 mil internos en por lo menos 400 penales del país.

Junto a este proyecto de reubicación, el gobierno federal avanza en la construcción de un penal catalogado de “supermáxima seguridad” en la zona de Papantla, en Veracruz.

Será el más grande y seguro de América Latina, con más de 3 mil celdas inviolables, a prueba de cualquier escapista; en otras palabras, inexpugnable. Se prevé que la instalación estará lista a finales de 2012.

En principio dará cabida a cerca de 2 mil delincuentes de “mediana, alta y muy alta peligrosidad”, muchos de ellos vinculados con el crimen organizado y con los poderosos cárteles del tráfico de drogas.

Contará con tecnología de punta de vigilancia, con la que se podrá monitorear a todos y cada uno de los internos durante las 24 horas del día. Este complejo será único en su tipo y sus huéspedes tendrán el privilegio de contar con su propia celda.

Con esta infraestructura penitenciaria se pretende evitar que los siete penales federales que están en operación —tres de ellos de “máxima seguridad”— también caigan en una perniciosa sobrepoblación. En sus instalaciones se recluirá a cientos de delincuentes que ya recibieron sentencia; muchos, vinculados con las mafias del narcotráfico y el crimen organizado.

Sólo de agosto a diciembre del año pasado se realizaron tres traslados masivos de internos que se encontraban en cárceles del sur del país a la Colonia Penal Federal de las Islas Marías (CPFIM). El primero tuvo lugar en agosto, con 29 internos; el segundo en octubre, con 46 reclusos, y apenas el pasado 15 de diciembre, con 43 reos que llegaron a ese territorio. Esto sin contar los movimientos de grupos de medio centenar de internos que se encontraban en otras prisiones estatales.

Guerra al narco

La guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado no sólo ha desatado una violencia inusitada en todo país, con un saldo de más de 30 mil muertes violentas en los últimos cuatro años, sino que además ya produjo una sobrepoblación en casi la totalidad de los 429 penales que hay en el país, desde municipales y estatales, hasta los que se encuentran en el Distrito Federal y en el estado de México.

En todos ellos hay presencia de reos federales que se encuentran relacionados con el narcotráfico