Reencuentro Reyes-Duarte: aquí no ha pasado nada

**El sábado quedó en claro que más vale no entrar a pleitos que no son de uno y dejar que ellos, “los perros grandes” se arreglen. Siempre lo hacen, a final de cuentas.


Reencuentro Reyes-Duarte: aquí no ha pasado nada

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2015, 21:10 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismo.mx

Entre los priistas es muy común escuchar la frase con la que se conmina a no agrandar los pleitos entre jefes políticos: “No te metas en pleitos de perros grandes”.

Los pocos sensatos que decidieron ver a distancia el evidente conflicto entre el gobernador César Duarte Jáquez y su antecesor, José Reyes Baeza, pueden decir que tenían razón cuando le pedían a sus compañeros de partido no meterse en una disputa entre dos personajes cuyos alcances están por encima de la atmósfera política pueblerina de Chihuahua.

El sábado quedó en claro que más vale no entrar a pleitos que no son de uno y dejar que ellos, “los perros grandes” se arreglen. Siempre lo hacen, a final de cuentas.

Ahí estuvieron departiendo el desayuno el gobernador y el ex gobernador, sonrisa en la cara y foto afectiva de por medio—esa foto, tan importante que es en la semántica priista—después de casi tres años de duros roces entre los miembros de ambos grupos políticos.

Atrás quedaban las alusiones del gobernador a las malas condiciones en las que tomó al estado; lejos quedaron las insinuaciones de que había una “mano que mece la cuna” detrás de las acusaciones en su contra; ni señas de aquellos desplantes del ex gobernador en los que afirmaba que él dejó nada más 15 mil millones de pesos en deuda, y no los 41 mil que tiene actualmente el estado.

Aquí no ha pasado nada. En efecto, no pasó ni pasará. Las insistentes referencias al presidente de la República, Enrique Peña Nieto y las declaraciones posteriores del gobernador Duarte dejan espacio a más de una lectura.

La reunión con Reyes Baeza “significa la enorme responsabilidad que tenemos todos porque el proyecto del presidente Enrique Peña Nieto tenga efectos”, dijo Duarte al ser entrevistado al término de un acto priista efectuado horas después del desayuno. La primera lectura que puede venir a la mente es que a ambos les dejaron en claro que primero está el proyecto del presidente y después sus disputas. En otras palabras, que los llamaron desde las alturas del poder para obligarlos a una “pax priista” de cara a las elecciones.

Todos contentos…excepto los que se jugaron el pellejo político para hacer el caldo gordo a uno o a otro grupo. Ellos quedaron, como dice la frase coloquial mexicana “colgados de la brocha”, mientras sus jefes políticos se rajaron las venas para firmar un pacto de paz electoral.

A nadie le debería sorprender que sucedan estas cosas: así se llevan en el PRI… y en el PAN, y en el PRD, y en el Partido Laborista británico o en el Republicano de Estados Unidos. En todos lados, la más alta prioridad es conservar el poder, lo demás es sacrificable.

A ver si les sirve de lección a los priistas que se subieron al carro del conflicto. Que sepan que hasta en el ajedrez, los jugadores están dispuestos a sacrificar a sus peones con tal de proteger al rey. Incluso, son capaces de inmovilizar el juego y declararlo “tablas” antes de permitir un daño al jefe del tablero. Para la otra, mejor paguen por ver y que les digan cuando se hayan arreglado.