Repudian adictos violencia como método para rehabilitación

**Métodos humanitarios se revelan como más efectivos en el combate a la drogadicción.

La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2011, 10:09 am

Froilán Meza Rivera

Chihuahua, Chih.- Hartos ya de recibir golpes y humillaciones como método para “rehabilitarse”, los adictos están probando el nuevo método de la gentileza y el respeto, que están probando ser mejores.

Ésta es la oferta del Grupo de Adictos en Recuperación Triunfadores (GART), cuyo tratamiento está basado más que nada en el respeto a la dignidad humana. Al respecto, su fundador y presidente, Carlos Márquez Blanco, explica que él ha sido un adicto que ha recorrido varios de los centros de rehabilitación que hay en Chihuahua, y que se convenció que allá les falta humanidad.

Carlos Márquez tocó fondo. Terminó la secundaria en el Cereso y llegó un momento en su vida en que ya no había para dónde mirar. Finalmente, a los 27 años de edad, se dio cuenta de que él podría ayudar a hacer la diferencia en cuanto a métodos de rehabilitación para adictos.

En los llamados “anexos”, que son lugares que se concesionan para la supuesta “readaptación” y “reintegración” de adictos a la “vida normal”, privan los métodos de violencia institucionalizada y de humillación, en los cuales se trata sin respeto a quienes llegan de nuevos. En esos centros, los pacientes deben soportar que un “padrino”, que es otro adicto que ya ha pasado por lo mismo, lo insulte y le haga saber que es la escoria de la sociedad, y que a cada momento le recuerde que no vale como ser humano. En tales centros, al adicto se le restringe la comida, se le restringe la hora del baño a un minuto, se le restringe el acceso a los implementos de limpieza, se les suministra un pedazo de repollo hirviendo a manera de comida, una taza de avena sin azúcar como desayuno, y frijoles de la olla como cena. “Te bajan la cabeza, te insultan, y terminas sometiéndote tres meses por miedo, y cuando sales, lo primero que haces es buscar droga, ya sea por venganza o porque allá te dejan vacío y lleno de rencores.

Acá, en GART, no hay tratos inhumanos. La diferencia en este centro de nuevo tipo es que acá se lleva a cabo el tipo de terapia que tan exitoso ha resultado a los Alcohólicos Anónimos. “Hay muchos que dicen que aplican los pasos de AA, pero en la práctica esto no es cierto, porque los AA no golpean, no humillan, y basan sus éxitos en la mutua solidaridad y en el ejemplo”, asegura Márquez.

“Es que los adictos llegan destrozados, y lo último que necesitan son malos tratos. Aquí llegan, y un médico los valora para saber qué medicamentos va a necesitar. No es igual alguien que tiene 20 años metido en el consumo de heroína, que un muchacho que tiene dos años fumando mariguana y que tiene posibilidades de regresar a la escuela y retomar sus estudios. Nosotros tenemos que establecer ese tipo de diferencias. Y lo más importante es que a nadie humillamos, y no los castigamos con privarlo de la comida, ni del baño, ni del jabón ni el champú, ni la televisión, ni nada”.

Asimismo, lo testimonian los pacientes en GART, algunos de los cuales ya son veteranos que han pasado por varios de los otros centros.