Se defiende alcalde de Carichí: el PAN tenía indígenas secuestrados

**Afirma que, ni llevaba armas ni iba en estado de ebriedad, como lo acusaron los líderes del PAN ante el secretario general de Gobierno, Raymundo Romero.

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2013, 10:53 am

El presidente municipal de Carichí reviró las acusaciones que en su contra le hizo el PAN: fueron ellos -los panistas- los que iniciaron la reyerta ocurrida la noche del jueves 4 de julio y que concluyó con la toma de las instalaciones de la Presidencia Municipal.

Ignacio Varela Muñoz, quien llegó al cargo de presidente municipal hace casi tres años postulado por el PRD pero en alianza con el PAN, acusó a este partido de haber concentrado a un grupo de indígenas tarahumaras en un salón para “tenerlos ahí” hasta el domingo próximo y llevarlos a votar.

El enfrentamiento entre alcalde y panistas inició así, según lo narra el primero: unas personas le fueron a denunciar que había un salón donde tenían concentrada “a una cantidad de personas de la raza (sic) tarahumara” y que los tenían encerrados. Ahí les daban de comer y les instalaron televisiones para que se entretuvieran, añadió.

Tras recibir la denuncia, dijo, se trasladó hacia el lugar acompañado de agentes de la policía municipal de Carichí, y fue ahí donde se enfrentó con el grupo de panistas que luego tomaron la alcaldía.

Afirma que, ni llevaba armas ni iba en estado de ebriedad, como lo acusaron los líderes del PAN ante el secretario general de Gobierno, Raymundo Romero.

Del intercambio de golpes, dijo que todo quedó en un forcejeo con una persona de nombre Gabriel Muñoz, pero que fue éste quien le lanzó el primer golpe, pero no logró acertarlo.

Hasta este viernes, no había recibido notificación de denuncia alguna en su contra, según dijo. En cuanto a las oficinas de la Presidencia Municipal, dijo que duraron “tomadas” a lo mucho dos horas, durante la noche del jueves.

En torno al ambiente que priva en su municipio en la víspera de las elecciones, señaló que es “muy tenso” no sólo por las disputas entre partidos, sino por el clima de inseguridad.