Se vacía zona de granjas rumbo a Aldama, por inseguridad

**Los rateros pegan fuerte en Valles de Chihuahua, Lindavista, Florida Chihuahua y otros asentamientos suburbanos entre la capital del estado y el municipio de Aldama.


Se vacía zona de granjas rumbo a Aldama, por inseguridad

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2012, 13:19 pm

Por Froilán Meza Rivera

Chihuahua, Chih.- Los robos sistemáticos de parte de bandas de ladrones que recorren la zona de granjas a todas horas, desanimaron ya la colonización en Valles de Chihuahua, Lindavista, Florida Chihuahua y otros asentamientos suburbanos entre la capital del estado y el municipio de Aldama.

Colonos de esta parte de la ciudad denunciaron que acá, la delincuencia está desatada y que los pocos que se han venido a residir permanentemente, viven en el completo terror.

Así lo denunció el propietario de una ferretería ubicada en la carretera Chihuahua-Aldama, quien ha sido víctima frecuente de robos. A este comerciante, como a muchos otros en este corredor comercial y turístico, los ladrones se le han introducido a su local, e incluso le han apuntado con un arma de fuego después de haberle roto su puerta con violencia.

En un recorrido por las granjas, de 38 que se localizaron en el llano, sólo siete están habitadas. Lo más frecuente es que las ilusionadas personas que iniciaron la construcción de lo que iba a ser una granjita en la que tenían puestas tantas y tantas ilusiones, se hayan quedado en los cimientos, que hayan quedado en el cerramiento, o lo más, en obra negra. Muchas de las granjas están vandalizadas, otras se han ido destruyendo solas con los elementos, pudriéndoseles las maderas, soltándoseles las láminas que arranca el viento...

En todos los casos, conforme avanzaban las construcciones, llegaban los ladrones a saquear el mismísimo material, los ladrillos, las varillas, los blocks... En los casos en que las personas empezaban a venir cada semana y ponían puertas y ventanas para proteger los muebles y herramientas, los ladrones se introducían y se llevaban todo.

Se cansaron primero los colonos, y lo hicieron por motivos económicos. "Imagínese que cada semana tenía yo que traer soldadura para reponer las rejas de las ventanas que me arrancaban", dijo por su parte Juan, propietario de lo que ahora es casi un lote baldío. "Me robaron las sillas, un sillón, me robaron la manguera para regar los arbolitos, me robaron los tambos del agua, una mesa, mucha herramienta... Ahora, ¿usted cree que voy a volver acá? Lo que quisiera es vender aunque me paguen la mitad".