Un mes ya, y la familia no sabe nada del taxista desaparecido

**La principal sospecha para la familia sobre el móvil es el robo, pues señalan que Álvaro no tenía enemigos, ni era fiestero o problemático, sino más bien un hombre de familia.


Un mes ya, y la familia no sabe nada del taxista desaparecido

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2017, 09:11 am

Francisco Córdova/ El Diario

Chihuahua, Chih.- Las vidas de los miembros de la familia de Álvaro Núñez, taxista desaparecido hace un mes, sufrieron un cambio radical desde el día en que fue visto por última vez. Esposa e hijos, abandonaron sus trabajos y actividades cotidianas, para dedicar todo su tiempo a búsquedas y rastreos diarios, lo que ha mermado también su estado de salud y su economía, convirtiéndolos en víctimas colaterales de la falta de justicia, en un contexto, afirman, de impunidad y violencia.

“Como familia estamos destrozados. Esto no es vida, no se puede vivir así, es desesperación, impotencia, ausencia, nos destruyó la vida, nos la cambió toda. Desde que no supimos de él, nosotros realizamos una búsqueda diariamente, mi hijo siempre está en todas. Ahorita ellos dejaron sus trabajos, no me quieren dejar sola en esto, vendemos ropa en el bazar, le hacemos como podemos, a veces mi hijo me deja ahí los domingos y él se va a los rastreos, a preguntar aquí y allá, donde fue la última vez que lo vieron. Estamos desesperados, no entiendo cómo se lo pudo tragar la tierra”, narró Adela Olivas, esposa de Álvaro.

No sólo las finanzas familiares se ven mermadas, sino que la afectación psicológica y nerviosa, la falta de sueño y cansancio, han hecho que la salud también decaiga. “Ahorita estoy mala de la azúcar y la presión. Me dieron pastillas para los nervios, yo no puedo dormir por las noches, duermo tres o cuatro horas al día”, añadió Adela.

Para la familia, un mes en incertidumbre ha parecido un año, pero aún es poco tiempo para hablar de una resignación, ellos no piensan en recuperar su vida cotidiana, hasta que no encuentren a Álvaro, vivo o muerto, y hasta que eso no suceda, ellos protegen del dolor a los miembros más vulnerables.

“Su mamá tiene 90 años, tiene cáncer. Mi nieta tiene 6 y ella pregunta mucho por “su papá”, así le decía a Álvaro. A ellas les dijimos que se fue para el otro lado. Hasta que no tengamos una respuesta no sabemos qué decirles”, comentó.

Para la familia, el clima de violencia que permea el estado, e incluso la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal, con lo que se ha llamado puerta giratoria, les hace pensar que la impunidad ampara a los delincuentes, ya que incluso en el gremio taxista, un hermano de Álvaro, ya había sido apuñalado y abandonado para morir en un terreno. Ya que la principal sospecha para la familia sobre el móvil es el robo, pues señalan que Álvaro no tenía enemigos, ni era fiestero o problemático, sino más bien un hombre de familia.

“Ahorita con lo que pasó en Cuauhtémoc, nos prestan menos unidades y policías, Fiscalía coopera con nosotros, pero ya es más difícil. También los que quemaron el carro ya salieron por la puerta giratoria, son inocentes ellos. No pueden tenerlos encerrados, es como Coppel, si no tienes dinero pues pagas en abonos y ya. Les pregunté: Entonces ¿sí ahorita ve a alguien que se roba un vehículo, lo desarma y lo quema, van a entrar saludarlos y se devuelven?, me dijeron que lamentablemente sí”, detalló el hijo de Álvaro.

Por lo anterior, detallaron que la violencia sólo tiende a incrementarse. “Si el móvil fue el robo, ¿porqué matarlo, por qué?. A pesar de todo, la esposa e hijos de Álvaro, son firmes en su convicción de encontrarlo, por lo qué afirman, no podrán recuperar sus vidas, hasta dar con el paradero de su ser querido.