Una elección de jefes de policía muy ’’VIP’’

Por: Alejandro Salmón Aguilera

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2013, 13:32 pm

Todo indica que la tan sonada reforma constitucional para que los jefes de policía -ahora les dicen Secretarios o Directores- de cada municipio, pasaran revista ante el Congreso del Estado, iba dirigida únicamente a los municipios de Chihuahua y Juárez, pero dejará fuera a algunos de los más violentos de la entidad, si no es que del país.

Mientras que los gobiernos municipales de Chihuahua y de Juárez, fueron de los primeros en enviar al Congreso su terna de aspirantes a la jefatura de policía, la mayoría de los municipios serranos ha pasado por alto esa nueva modalidad de nombramiento del encargado de la seguridad pública.

Aunque Juárez y Chihuahua han visto descender su tasa de homicidios, de 100 y 80 por cada 100 mil habitantes que tuvieron en el año 2010, a 32 en este año, no deja de llamar la atención que, junto con otros cinco municipios, acumulan el 70 por ciento de la incidencia de delitos de alto impacto social, según las cifras publicadas por el organismo privado—que maneja recursos públicos—“Observatorio Ciudadano”.

Y aunque ya está muy cantado quiénes ocuparán esos cargos, los dos municipios más poblados del estado, cuyos alcaldes aspiran a suceder al gobernador César Duarte, se van a formar en la línea trazada desde el poder central de este país y dejar que sean los legisladores de su estado quienes le den el nombramiento a sus jefes policíacos.

Del resto de los municipios, ni quien diga nada: cuatro de esos cuerpos de gobierno ya nombraron a su jefe de policía, en estricto ejercicio de sus facultades, y nadie levantó la voz.

En cambio, otros 11, además de Chihuahua y Juárez, ya enviaron su terna, pero los ayuntamientos de algunos de los municipios más violentos no han hecho propuesta alguna al Congreso.

No deja de llamar la atención que Guadalupe y Calvo, con 202 homicidios por cada 100 mil habitantes; Guachochi, con 97 o la mayoría de los municipios de la zona sur, que en conjunto tienen una tasa de más de 100 homicidios, se estén reservando el nombramiento de su jefe de policía.

Otro dato que llama la atención es que, de los municipios con el mayor crecimiento en la incidencia de delitos graves, como son Jiménez, Saucillo, Parral y Delicias. De éstos, sólo el primero ha enviado al Congreso su propuesta de terna.

Si al final de cuentas el nombramiento de los encargados de la seguridad pública en los municipios críticos se iba a dejar al garete, entonces ¿para qué tanta faramalla de reformar la constitución para establecer las dichosas ternas?

Sería más honesto que nos digan, con toda franqueza, que los próximos jefes policíacos serán “palomeados” por autoridades ubicadas fuera del estado, si no es que del país. Entenderíamos mejor eso que la mascarada de que los diputados son quienes dirán quién el visto bueno.