Desarrollo municipal: el caso de Texcoco

Por Abel Pérez Zamorano


Desarrollo municipal: el caso de Texcoco

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2015, 19:59 pm

(El autor es un chihuahuense nacido en Témoris, Doctor en Desarrollo Económico por la London School of Economics, miembro del Sistema Nacional de Investigadores y profesor-investigador en la División de Ciencias Económico-administrativas de la Universidad Autónoma Chapingo.)

Texcoco, importante municipio del Estado de México, es lugar de origen de una de las civilizaciones cimeras del México prehispánico, y quizá de todo el continente americano; Nezahualcóyotl (1402-1472), el rey poeta, hizo florecer aquí las artes y las ciencias, haciendo de Texcoco motivo de admiración de propios y extraños y orgullo de todos los mexicanos; sus jardines fueron auténticas obras de arte; ingeniero insigne, dirigió la construcción del acueducto de Chapultepec a Tenochtitlan y la del gran dique de 16 kilómetros que separaba en el lago las aguas saladas de las dulces y protegía a la ciudad de las inundaciones; organizó certámenes de poesía y encuentros de especialistas en la lengua náhuatl. En fin, Texcoco fue un pilar fundamental de la Triple Alianza e hizo una valiosa aportación al formidable poderío científico, artístico, económico y militar del gran imperio de los aztecas. Todavía durante el siglo pasado cobró impulso su desarrollo con el establecimiento de la Escuela Nacional de Agricultura, hoy UACh, en 1923, y el Colegio de Posgraduados en 1979; alberga también, iniciando desde los años cuarenta, al hoy Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y al Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

Con éstos y otros progresos, Texcoco ha destacado históricamente en la región oriental del estado por su desarrollo, superior al incipiente de municipios (algunos de más reciente creación), como Chalco, Valle de Chalco, Los Reyes, Ixtapaluca, Chicoloapan y Chimalhuacán. Considerando esto, en mi libro Marginación urbana: el caso del oriente mexiquense, al analizar estos municipios excluí del bloque a Texcoco. Sin embargo, la realidad se mueve, y esa histórica y bien ganada ventaja pareciera estarse reduciendo, debido a un freno en su desarrollo y al impulso cobrado por otros municipios; evidentemente, y dicho sea en estricto apego a la verdad, conserva aún importantes ventajas en aspectos como educación, niveles de marginación y otros. Pero, vistas las cosas en su devenir, los logros de tiempos pasados no debieran ocultar la pérdida presente de impulso, que debe mover a preocupación, y, en sentido positivo, a la búsqueda de soluciones que permitan continuar lo que generaciones anteriores nos heredaron. Veamos algunas evidencias.

En diciembre pasado, el municipio se ubicó como el quinto más inseguro entre los 125 de la entidad (Fuente: Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública), con 485 delitos por cada mil habitantes; a mediados del año pasado, y por sus niveles delictivos es comparable a Ecatepec o Nezahualcóyotl. Chimalhuacán, en cambio, con una población de casi el doble (614 mil habitantes), se ubicó en diciembre entre los 25 más seguros de la entidad: ocupa el lugar 102 en índice delictivo, con 315 delitos por cada mil habitantes (Cuadro de Índice Delictivo 2014, Secretariado Ejecutivo de la Secretaría de Seguridad Pública). Otra fuente, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública, A.C., reporta datos similares: Texcoco ocupa el quinto lugar nacional en ciudades de más de cien mil habitantes. El año pasado ingresaron al ranking de las veinte ciudades más violentas dos municipios del Estado de México: Texcoco en el quinto lugar nacional y Tlalnepantla en el 18.

En otros rubros, el Plan de Desarrollo 2011-2017 Gobierno del Estado de México (GEM) ofrece algunos indicadores que permiten comparar a Texcoco con los otros seis municipios de la Región XI (Chiconcuac, Tezoyuca, Chiautla, Papalotla, Atenco y Tepetlaoxtoc), y con el vecino Chimalhuacán (Región III). En 2014, en obra pública el municipio de Texcoco invirtió 333 millones de pesos; el de Chimalhuacán, 2 mil 264 millones, casi siete veces más, cuando tiene sólo 2.6 veces más habitantes, y su pequeño territorio cabe 5.7 veces en el de Texcoco. Según datos del GEM, en Texcoco la inversión pública per cápita en 2012 fue de 553 pesos por habitante, y en Chimalhuacán, de $1,335. El municipio de Chimalhuacán tiene una facultad de medicina de la UAEM, un hospital materno infantil y cuatro centros de salud de atención múltiple; fundó, y costea, una orquesta sinfónica, una sinfónica infantil y un ballet folklórico. Llama la atención que la feria de Texcoco está caracterizada por sus visitantes como un gran negocio, sobre todo en venta de bebidas alcohólicas; la de Chimalhuacán es gratuita y destaca por su programación cultural, y no cobra a los artesanos por exhibir sus trabajos: al contrario, los financia. Este año el cabildo de Chimalhuacán acordó adquirir 8 hectáreas para un nuevo recinto ferial (con un costo de 120 millones de pesos), donde además de las instalaciones de la feria se construirá un teatro del pueblo, una megavelaria con capacidad para diez mil personas, donde se ofrecerán espectáculos con acceso gratuito a la población, y cuya construcción costará 40 millones de pesos. Finalmente, Chimalhuacán gestionó y obtuvo el Mexibus, que le comunica con el Distrito Federal con rapidez, seguridad y comodidad. Con éstos y otros progresos ha cobrado un impulso inusitado, y ha trazado una nueva ruta de desarrollo.

Sigo citando el Plan de Desarrollo GEM, pág. 47. EN 2009, Texcoco tenía 16 vehículos para recolección de basura, y pasó a 18 en 2011; en igual período, Chimalhuacán pasó de 22 a 60. Texcoco no tiene ni una planta tratadora de aguas residuales; Chimalhuacán, una. Pág. 63: esta vez comparado con los municipios de su región administrativa, la XI, Texcoco registra el más alto rezago educativo (18.2 por ciento); en la Región III, pero viniendo desde más abajo, Chimalhuacán está casi igual (20.4). En su región, Texcoco ocupa el cuarto lugar en acceso a los servicios de salud con 46.3 por ciento; Chimalhuacán registra el 48.4. En acceso a la seguridad social, Texcoco aparece en el último lugar de su región con 60.9 por ciento (la región tiene 66.9), y Chimalhuacán registra 69.6. En el Cuadro 25, sobre servicios básicos de la vivienda, 2000-2010, en viviendas con agua potable, Texcoco pasó de 90.4 por ciento en el año 2000, a 87.3 en 2010; Chimalhuacán pasó de 84.3 a 89.7. En el Cuadro 40, porcentaje de población por nivel de instrucción, 2000-2010, Texcoco tiene 3.2 por ciento de su población de 15 años o más en condición de analfabetismo, y aunque Chimalhuacán tiene un porcentaje mayor, según esta fuente 4.5 por ciento, el Ministerio de Educación de la República de Cuba, en coordinación con la UNESCO, declaró al municipio territorio libre de analfabetismo. Según el CONEVAL 2010; además, 22.4 por ciento habita en viviendas sin servicios básicos, y en Chimalhuacán, 12.2, en mejor situación; en Texcoco 32 por ciento padece algún grado de carencia en acceso a la alimentación; Chimalhuacán, el 40.7, nueve puntos más.

Según el Censo 2010, Texcoco tiene una población de 235 mil habitantes. Y aquí aparece el argumento de las autoridades municipales. Los gobiernos más recientes insisten en que los problemas de Texcoco se deben al arribo de inmigrantes de otros municipios o estados, grandes masas humanas que habrían venido a perturbar la pacífica vida del municipio, trayendo consigo una secuela de delincuencia, suciedad y malos hábitos. Tal explicación, sin embargo, carece de sustento en las propias estadísticas oficiales. Debe admitirse que, ciertamente, la población en Texcoco ha crecido, como lo está haciendo la de todas las poblaciones urbanas del país, pero no en la medida exagerada que los funcionarios señalan. En próxima colaboración abordaré con mayor detalle el crecimiento urbano del municipio.

Por ahora, apuntemos que su Tasa de Crecimiento Media Anual (TCMA) fue, ciertamente alta: 3.78 por ciento en el lustro 1990-1995; pero entre 2005 y 2010 cayó a 2.53; o sea, según los datos del gobierno del estado, recientemente ha disminuido; en la Región XI en el período de veinte años, 1990-2010, cuatro municipios crecieron a tasas más altas que Texcoco; sólo uno (Chiconcuac) lo hizo en menor medida (pág. 38). Más aún. Entre los años 2000 y 2015, la población de Texcoco pasó de representar el 1.56 al 1.55 por ciento, respectivamente, del total estatal; en densidad poblacional (pág. 40), es el penúltimo municipio en su región; en 1990 vivían aquí el 63 por ciento de los habitantes de la región; hoy, el 57.7, es decir, su peso específico demográfico ha caído. A mayor abundamiento, en el citado Plan de Desarrollo del GEM se advierte que: “Si bien el crecimiento demográfico de la ZMVM [Zona Metropolitana del Estado de México] ha contado con la inmigración como uno de los factores más importantes, en la Región XI Texcoco la inmigración interestatal ha ocurrido en un nivel menor que el de otras regiones de la entidad. En 2010, 25.8% de la población de la Región XI nació en otra entidad, proporción menor que la del promedio estatal. Asimismo, el porcentaje de la población de 5 años o más que en 2005 residía en otra entidad y que migró hacia esta Región XI se encuentra por debajo del promedio” (Pág. 59). O sea que los rezagos sociales señalados no obedecen a un crecimiento poblacional fuera de serie, sino a otras causas. En fin, los datos muestran una preocupante tendencia al estancamiento en Texcoco, y evidencian la necesidad apremiante de retomar el impulso que en otros tiempos tuvo, para poder elevar los niveles de bienestar social, destacadamente en ingreso y seguridad. Debe recuperar su lugar como polo de desarrollo regional, municipio destacado del Valle de México y orgullo de todos por su historia.