El PAN y la "izquierda", el mismo perfil ideológico

Josefina Vázquez Mota, desde la derecha panista, y Andrés Manuel López Obrador -por las así autonombradas "izquierdas"-, comparten discurso social y sostienen posturas coincidentes de fondo, aunque divergentes de forma.


El PAN y la

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2012, 19:25 pm

Por Martín Morales

Los candidatos a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota (JVM) -por la derecha panista- y Andrés Manuel López Obrador (AMLO) -por las "izquierdas"-, comparten discurso social y sostienen posturas coincidentes de fondo, aunque divergentes de forma, respecto a temas sustanciales de la agenda nacional.

Coinciden de fondo en la tendencia a la subyugación en la relación con Estados Unidos, con sólo algunas diferencia de matiz en la ampliación de la guerra antinarco y en la política energética dirigida por los estadounidenses. Esto difumina a la izquierda como contrapeso.

En este marco, AMLO se ha montado abiertamente en la agenda de los
promotores del modelo económico, de los poderes económicos empresariales nacionales y trasnacionales y de sus grupos políticos aliados a los que, hasta hace poco, tiempo denunciaba como causa del agravamiento de la pobreza y de la intensificación de la desigualdad
en México.

Incluso, ahora comparte con la derecha panista proyectos moralizantes, del ciudadano en lo particular y de la sociedad en su conjunto, mediante el uso de conceptos propios del humanismo cristiano, como “la fuerza del amor espiritual” y el fomento de los
“valores familiares”, que forman parte sustancial del discurso histórico de la derecha y que en el pasado reciente han servido como pretexto a un grupo oligárquico para acotar libertades con fines de dominio.

Coincidir por la derecha

Josefina Vázquez Mota, la aspirante panista, se formó en el mundo empresarial y educativo ligado a las corrientes más acaudaladas de la jerarquía católica, como el Opus Dei (obra de Dios), orientado al cumplimiento de la “obra divina” por medio de las actividades
diarias de las personas.

En consonancia con su perfil ideológico de derecha, la exlegisladora ha
expresado que los valores morales y el cuidado familiar están entre sus principales fines y que también serán temas centrales si llega a ser Presidente de la república, porque cuidará a México como si fuera su propia familia.

JVM estudió Economía de 1978 a 1983 en la Universidad Iberoamericana, fundada y conducida por jesuitas. De esta misma institución egresó, de la licenciatura en Ingeniería Civil, Gabriel Quadri de la Torre, el aspirante presidencial nominado a última hora por el Partido Nueva Alianza (Panal), de la dirigente magisterial vitalicia Elba Esther Gordillo. En su formación posterior, JVM estudió Alta Dirección en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE), de la Universidad Panamericana, fundada y manejada por el Opus Dei. El IPADE es una institución secular católica que se dedica a formar dirigentes del mundo empresarial mexicano; está ligada a los fundamentos de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, semillero de los próceres del libre comercio y la globalización que se inspiran en las tesis del economista Milton Friedman, a quien se considera como el fundador y promotor del modelo económico neoliberal.

JVM entró al activismo político en la Coordinadora Ciudadana (CC), Asociación Política Nacional, fundada por Antonio Sánchez Díaz de Rivera, quien fuera titular de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) de 1993 a 1995. Actualmente, la CC es dirigida por Guillermo Velasco Arzac. Ambas personas son dirigentes destacados de la extrema derecha nacional y miembros de la organización de ultraderecha El Yunque, según información aportada por el periodista Álvaro Delgado, autor de los libros El Yunque, la ultraderecha en el poder y El Ejército de Dios.

A finales de los años 80, la hoy candidata presidencial panista se desempeñó como dirigente de la Secretaría de la Mujer del PAN, y a principios de 2000 fue agregada a la lista de diputados plurinominales de ese partido (entran por lista; no hacen campaña), cargo que asumió el 1º de septiembre de ese mismo año.

El primer Presidente panista del país, Vicente Fox Quesada, la designó
titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) a partir del 1º de diciembre de 2000. JVM integró a esta dependencia al fundador de la CC, Antonio Sánchez Díaz de Rivera, como subsecretario de Desarrollo Social y Humano.

La actual diputada panista Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández, pariente de este empresario y aspirante panista a la presidencia municipal de Puebla, apoya actualmente la campaña presidencial de JVM desde el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, en tanto realiza actividades para obtener un escaño en el Senado, es la segunda en la fórmula por Puebla, que encabeza el exsecretario del Trabajo y Previsión Social (STPS) del gobierno calderonista, Javier Lozano Alarcón.

El pasado 15 de marzo el presidente del PAN, Gustavo Madero, nombró a Javier Lozano y Augusta Valentina Díaz miembros de la red de voceros del CEN para temas relevantes. Este equipo está encabezado por Juan Marcos Gutiérrez, exsecretario temporal de
Gobernación tras la muerte de Francisco Blake Mora. Gutiérrez se desempeña hoy como vocero de la campaña de JVM y es secretario general adjunto del CEN panista.

Izquierda derechizada

Por su parte, AMLO, el candidato a la Presidencia por la coalición de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (antes Convergencia), cursó estudios superiores en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, de donde egresó en 1987 con la carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública.

Originalmente, fue priista de corte nacionalista. Se convirtió en activista
de izquierda a partir de las elecciones de 1988, cuando fue candidato a gobernador de Tabasco por el Frente Democrático Nacional (FDN), organismo que en 1989 se convirtió en el PRD. A finales de 2011, de cara a las elecciones presidenciales de 2012, cuando por segunda ocasión será candidato “de izquierda” a la Presidencia, modificó
el perfil político que mostró en su primera candidatura presidencial en
2006 y asumió una faceta ideológica más cercana a los planteamientos tradicionales de la derecha.

En este marco, AMLO promueve hoy su proyecto de la “república amorosa”, una mezcolanza de humanismo cristiano y socialdemocracia latinoamericana que se acomoda bien a los dictados de Estados Unidos y las grandes corporaciones nacionales y trasnacionales
de esa nación y de la Unión Europea.

Con este “renovado” perfil, modificó su abierta exigencia de cambio de fondo en el modelo económico, y en lugar de plantear una mayor intervención del Estado para superar los altos niveles de pobreza que existen en el país, promueve el “amor espiritual”, la prevalencia de los “valores morales de la sociedad y en la familia”.

Este cambio de perfil ideológico le ha procurado un público más “refinado”: el pasado 13 de marzo fue ovacionado por estudiantes de la jesuita Universidad Iberoamericana-Campus Puebla, donde dictó la conferencia “La regeneración de México”.

Cuando rindió su protesta como candidato presidencial del PRD, el
pasado 16 de marzo, AMLO convocó a los perredistas a “arrebatar a la derecha el tema de la familia” al señalar que la crisis de México no es estrictamente por la falta de bienes naturales, sino “por la carencia de valores éticos y morales”. En este marco, el candidato expuso que “la izquierda debe ajustarse a las nuevas circunstancias, porque ser de izquierda en nuestro tiempo es ser honesto y de buen corazón”.

En este reposicionamiento político, el tabasqueño reivindica explícitamente la agenda de política exterior del Gobierno de Estados Unidos y respalda la continuación de la guerra antinarco dirigida por esa nación.

Está de acuerdo con la explotación trasnacional del petróleo, mientras
niega su anterior animadversión por los grandes empresarios ligados al poder político de derecha, a quienes todavía el año pasado llamaba “la mafia del poder”.

Gabinete por adelantado

AMLO se adelantó a nombrar a quienes serían los miembros de su gabinete. Entre ellos destaca el prominente empresario turístico Miguel Torruco Marqués como secretario de Turismo, ligado al poderoso magnate que respaldó proyectos de desarrollo urbano durante la gestión del tabasqueño como jefe de Gobierno capitalino (2000-2005).

Torruco, hijo de los actores Miguel Torruco y María Elena Marqués, es padre de María Elena Torruco Garza, esposa de Carlos Slim Domit, hijo del dueño de Grupo Carso, Carlos Slim, quien según el reporte de la revista Forbes (7 marzo) ocupa este año –por tercera ocasión consecutiva– el puesto del hombre más adinerado del mundo, con una
fortuna de 69 mil millones de dólares.

El proyecto de gabinete de AMLO está encabezado por el todavía jefe de Gobierno del Distrito Federal, su adversario en la contienda por la candidatura de “las izquierdas”, Marcelo Ebrard Casaubón, como secretario de Gobernación.

Los otros puestos se repartirían de la siguiente manera: Juan Ramón de la Fuente, exrector de la UNAM, como secretario de Educación Pública; en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O; en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú; en la Secretaría de Medio Ambiente, Claudia
Sheinbaum; en la Secretaría de Economía, Fernando Turner; en la Secretaría de Energía, Adolfo Hellmund, y al frente de la Secretaría de Ciencia y Tecnología –de nueva creación– estaría René Drucker Colín. En la Secretaría de Salud, Sergio Rodríguez Cuevas; en la de Agricultura, Víctor Suárez; María Luisa Albores, en la de la Reforma
Agraria, y en la STPS, José Agustín Ortiz Pinchetti. La Secretaría de la Función Pública se convertiría en la Secretaría de Honestidad y Combate a la Corrupción, con la excontralora del gobierno del DF, Bertha Elena Luján, al frente, y en Desarrollo Social, Raquel Sosa.

Máscara de franciscano

El doctor Roger Bartra, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, en su ensayo Todos a la derecha (febrero 2012), se refiere a la derechización de AMLO y lo caracteriza con esta nueva apariencia: “[…] En su intento por presentarse como más centrista, después de parecer radical cuando no lo era, se ha ido al extremo.
Si leyésemos su proclama ‘Fundamentos para una república amorosa’ sin saber que lo firma López Obrador, llegaríamos a la conclusión de que se trata de un panfleto de derecha. La tesis central es que México está en decadencia debido no sólo a la falta de oportunidades, sino a la pérdida de valores culturales, morales y espirituales.

”Para lograr un renacimiento es necesario ‘auspiciar una manera de vivir sustentada en el amor a la familia, al prójimo, a la naturaleza y a la patria’. Cuando habla de una ‘república amorosa’ se refiere a una regeneración espiritual y social mediante la aplicación prudente de tres
ideas rectoras: amor, honestidad y justicia. La igualdad sólo aparece marginalmente en una larga lista mezclada con otros valores: el apego a la verdad, la honestidad, la justicia, la austeridad, la ternura, el cariño, la no violencia, la libertad, la dignidad, la fraternidad y la verdadera legalidad.

”Llega a decir que ‘la inmoralidad es la causa principal de la desigualdad y de la actual tragedia nacional’. Me temo que disfrazarse de franciscano funcionará tan mal como cuando se puso la máscara de radical. No convencerá a muchos de que se ha vuelto un auténtico
conservador, aunque acaso esta vez no esté mintiendo […]”.