Hallazgo de cráter permite explorar planetas

**El descubrimiento del cráter de Chicxulub, en la península de Yucatán, y los estudios que siguieron sobre su estructura, marcaron nuevos caminos a la exploración planetaria.


Hallazgo de cráter permite explorar planetas

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2013, 00:02 am

Solo se han identificado tres cráteres similares en el mundo

El famoso cráter que, se cree, dio lugar a la extinción de los dinosaurios, se ubica en el noroeste de la Península de Yucatán. Muchos turistas conocedores de que el cráter está en México, quieren visitarlo y conocerlo, pero no se puede ver porque es muy grande, tiene un tamaño de unos 200 kilómetros de diámetro, además, se encuentra enterrado.
Jaime Urrutia Fucugauchi, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, relató que el hallazgo demuestra lo difícil que es ver y, en su caso, encontrar este tipo de cráteres enterrados, los cuales son comunes en la Tierra y en otros cuerpos del Sistema Solar.

Recordó que Italia, Walter Álvarez, hijo del Premio Nobel Luis Álvarez y otros investigadores estaban haciendo estudios de magnetoestratigrafía y paleontología. En las localidades de Gubbio estudiaron una secuencia de rocas carbonatadas y en especial una capa, de un material de arcilla rico en iridio, que se encontraba dividiendo los periodos Cretácico y Terciario.

El iridio y otros elementos del grupo del platino son relativamente escasos en la corteza terrestre, pero abundantes en meteoritos y núcleos de cometas. El grupo de los Álvarez propuso en 1980 que este horizonte rico en iridio se debía al impacto de un gran meteorito hace unos 65 millones de años. En la propuesta, el sitio de impacto quedo como parte de las interrogantes.

En 1981, gracias a los trabajos de Petróleos Mexicanos en busca de yacimientos petroleros, Antonio Camargo y Glen Penfield propusieron que los datos de anomalías geofísicas en la península de Yucatán correspondían a un cráter enterrado o una estructura volcánica gigante. Este hallazgo eventualmente se combinó con la teoría propuesta por Luis Álvarez, en la cual el cráter Chicxulub representa el sitio de impacto del asteroide.

El doctor Jaime Urrutia Fucugauchi, explicó que algunos científicos han tomado el caso del cráter de Chicxulub para comprender mejor lo que sucede cuando otros meteoritos o fragmentos de asteroides impactan otras superficies planetarias, por ejemplo, en la Luna o en Marte. El cráter Chicxulub tiene una morfología caracterizada por varios anillos en un patrón concéntrico. Estos cráteres representan las estructuras de mayor tamaño y en nuestro planeta solo se han documentado tres de este tipo de cráteres.

Una forma de estimar la edad de una superficie planetaria consiste en contar los cráteres que tiene, las superficies más lisas, serían más jóvenes, mientras que las superficies con más cráteres son más viejas.

"Chicxulub cambió las cosas porque es un cráter que tiene muy pocos rasgos en superficie, no se ve fácilmente, por eso no se había encontrado; una vez que sabes que está ahí es fácil verlo, pero antes no", afirmó Jaime Urrutia. En superficie es posible observar rasgos característicos relacionados con la estructura a profundidad, entre ellos una depresión topográfica semicircular y que en el caso de la Península de Yucatán está asociada al anillo de cenotes. Estas estructuras cársticas se forman por circulación de agua subterránea en el sistema de fracturas asociadas indirectamente al cráter enterrado.

Conocer un cráter como el de Chicxulub llevó a los especialistas a mirar otras superficies planetarias teniendo en cuenta la posible ocurrencia de los cráteres grandes y enterrados.

Se dieron cuenta de que, por ejemplo, en Marte eran más los cráteres que no se habían contado que los que sí y entonces los cálculos eran incorrectos por varios órdenes de magnitud.

Mediante el estudio de los cráteres enterrados, como el Chicxulub, se pueden encontrar indicaciones geofísicas que permitan encontrar cráteres enterrados en otros cuerpos del sistema solar. De acuerdo con el ex director del Instituto de Geofísica y miembro de la junta de gobierno de la UNAM, actualmente hay mucho interés en este tipo de estudios.
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