Universidades cobran por subcontratar

**La ASF puso los reflectores sobre universidades en Morelos, Estado de México y Ciudad del Carmen, la auditoría detectó que estos centros educativos reciben contratos por más de mil millones de pesos


Universidades cobran por subcontratar

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2016, 17:00 pm

En la revisión de la Cuenta Pública 2014, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) emitió ocho mil 159 acciones al detectar anomalías en la forma en la que diferentes organismos ejecutaron el gasto público. De estas, en más de tres mil se concluyó que existían elementos suficientes para promover acciones ante otras instancias.

Tres instituciones públicas de educación superior están en esta lista. La ASF puso los reflectores sobre universidades en Morelos, Estado de México y Ciudad del Carmen. Bajo lo que se conoce como auditoría forense, método para investigar y documentar un presunto ilícito, la auditoría detectó que estos centros educativos reciben contratos por más de mil millones de pesos y al no contar con las capacidades suficientes para cumplir con las tareas subcontratan a otras empresas.

Estos proveedores desconocidos se quedaron con más del 70% del presupuesto otorgado a cada universidad. Uno de los dilemas viene cuando la ASF intenta localizar a estas empresas o incluso determinar si ellas sí cumplían con las características necesarias.

Al final, las empresas beneficiarias se ahorran el tener que pasar por licitaciones públicas y las universidades cobran únicamente por ser intermediarios.

En los reportes de la auditoría se especifica que durante cuatro años consecutivos se han encontrado este tipo de irregularidades y aún no se consigue detener esta práctica.

Pagos para otros

La ASF logró auditar mil 157 millones de pesos que la Universidad Autónoma del Carmen (Unacar) consiguió en 2014 como parte de 11 contratos con Pemex Exploración y Producción y con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa-Senasica).

Los reportes demuestran que Unacar ocupó 826 millones de pesos de ese presupuesto para contratación de otros. De acuerdo a la ASF, estas “acciones no permitieron garantizar las mejores prácticas de la gestión pública”.

Aunque Unacar aseguró que contaba con la capacidad técnica, material y humana para proporcionar los servicios, tiempo después presentó los informes en los que señaló estas contrataciones. Inicialmente la universidad reportó una plantilla de personal que colaboraría en el proyecto y sus sueldos. En el reporte final, este mismo concepto se elevó por 44 millones 551 mil pesos.

Una persona física y 19 empresas fueron las que se terminaron beneficiando de estos contratos. Tan solo a la empresa Estudios y Servicios Ecológicos y Ambientales de Tabasco, S.A.P.I. de C.V., le pagaron 252 millones de pesos.

Ni Unacar ni las empresas contratadas lograron acreditar que los servicios que prestaron estaban relacionados con los objetivos de los convenios que la universidad había firmado con PEMEX-PEP y Sagarpa.

Edomex. La universidad de la simulación

La Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) es la que presenta mayores problemáticas. No solo contrato a otros proveedores para terminar proyectos en los que había asegurado tener los elementos necesarios para terminarlos, sino que estos mismos subcontrataron a otros para lograr los objetivos entregables.

La ASF aplicó dos auditorías forenses a esta universidad y encontró diversas irregularidades que terminaron con más de 70 multas tanto para el rector del centro educativo como para las empresas involucradas.

En uno de los reportes se auditaron mil 36 millones de pesos que la UAEM obtuvo mediante 29 contratos con diferentes dependencias de la Administración Pública Federal. Más de 700 millones de pesos de esta bolsa fueron utilizados para pagar a diferentes prestadores de servicios.

Empresas como Nubaj y Nubaj Consulting S.A. de C.V. fue una de las 19 compañías que se vieron beneficiadas con este presupuesto. Este era apenas el inicio de lo que se encontraría al revisar las cuentas de la institución. Cinco de estas firmas ni siquiera firmaron los contratos mediante los que cobraron y 18 no presentaron el anexo técnico para establecer montos, términos y condiciones pactadas.

Según el reporte de la ASF, se realizaron pagos y cobros injustificados por casi 355 millones de pesos, de los que 240 mdp no se encontró evidencias de que realizaran algún trabajo.

La UAEM tiene antecedentes sobre este tipo de prácticas. En la auditoría hecha al Fondo de Fomento y Desarrollo de la Investigación Científica y Tecnológica (Fondict) de la misma universidad, los problemas fueron similares: el uso del 86% de los recursos otorgados para la subcontratación de otras empresas y proveedores que tampoco tenían la capacidad para el trabajo y que a su vez buscaron a otros que contaran con las características necesarias.

Más de 50 compañías se beneficiaron de diez contratos que originalmente fueron hechos con el Fondict.

La Universidad Autónoma de Morelos es la otra en la que la auditoría identificó esta misma práctica. De los 443 millones 894 mil pesos que fueron auditados, se encontró que el 90% de los recursos fueron ocupados para la contratación de otros a través de licitaciones públicas. El resultado fue proveedores sin el perfil, ni la capacidad técnica, material y humana y en algunos casos empresas que no se localizaron y presuntamente están vinculadas con actor irregulares.
El Universal